martes, 15 de mayo de 2012

Ser Profesional, Fonoaudiólogo


Ser Profesional Fonoaudiólogo


             Ejercer nuestra profesión rigiéndonos de acuerdo al Código de Ética del Colegio de Fonoaudiólogos de Chile, entendiendo que el cumplimiento de sus postulados será velado por el Colegio.

             Ser profesional libre y responsable, con una base y  moral y directrices bioéticas que nos permita resolver dilemas éticos que se presenten tanto en la relación terapeuta-paciente como entre profesionales.

             Poner nuestros valores, ideología, libertad y forma de ser en nuestra profesión y con el único fin de velar por el bien del paciente.

             No entender el rol profesional tan sólo como un trabajo, sino escogerlo y desarrollarlo con responsabilidad, involucrándose e innovando con un sello personal.

             El profesional fonoaudiólogo debe ser respetuoso y tratar con humanidad, tanto a los pacientes, como a los colegas y  a la sociedad en general. Respetar principalmente la autonomía e identidad de cada persona que necesite de nuestra labor.

             Poner atención a las necesidades y deseos de los pacientes, incluso aplicando el derecho a la confidencialidad, si fuera necesario, sin pasar a llevar opiniones, ideologías, pensamientos políticos, religiosos, entre otros.

            Brindar nuestros conocimientos de manera respetuosa e íntegra, siendo autónomos, empáticos y responsables tanto personal como socialmente con la comunidad que nos rodea.

            Mantener a los pacientes y a su familia informados de cualquier intervención o tratamiento que necesite.

           No olvidar que todos los pacientes tienen derechos, sin importar su raza, sexo, ideología política o religión. Por lo tanto, recordar que debemos otorgarles una atención respetuosa bajo cualquier punto de vista.



Ética Para Amador, Análisis por Carolina Gálvez

POR CAROLINA GÁLVEZ:

ÉTICA PARA AMADOR 

Fernando Savater



INTRODUCCIÓN

                El objetivo de este informe es presentar desde una perspectiva objetiva y subjetiva la obra “Ética para Amador”, un libro, adaptado de cierta manera como un manual que Fernando Savater, filosofo español, le escribe a su hijo.  De acuerdo con cada capítulo se establece un resumen, el que está desarrollado de forma objetiva, tanto así que hasta se citan frases del autor. Además del resumen se presenta un análisis personal de cada capítulo, donde se presentan mis opiniones y acotaciones hacia la obra, se establecen principalmente los temas en los que estoy de acuerdo, y de los que no, y algunas reflexiones sobre temas que me parecieron interesantes y dignos de ser reflexionados.

            A pesar de ser esta una versión subjetiva de la recomendable obra, es una buena forma de familiarizarse con el tema de la ética, representada en temas aplicados a las ciencias naturales, a la religión, a novelas de otros autores, o simplemente a la vida cotidiana. El autor –y por lo tanto yo- plantea la libertad como el segundo tema, luego de la ética, aunque era de preverse sabiendo que Fernando Savater es un defensor de los Derechos Humanos


 DESARROLLO

Capítulo I:

Resumen:

El capítulo comienza tratando temas como los diversos tipos de ciencias, estableciéndose que hay cosas que debemos saber necesariamente para la vida y otras que como tal no son vitales, pudiendo aprenderse a voluntad según nos convenga.  Se establece el tema de las cosas que nos convienen y de las que no, usando tópicos del <<bien>> y el <<mal>>.        Al tratarse éste tema se nombra a la mentira, teniendo una disyuntiva respecto a ésta, ya que puede resultar mala, pero también en momentos puede convenirnos.
            A partir del bien y el mal se abren temas como el saber vivir, en lo que muchos presentan diversas opiniones; tales como vivir para los demás como también que los demás vivan para uno, o respecto al dinero si lo que cuenta es tenerlo, o es preferible tener otras cosas. Frente a esta ultima dicotomía se señalan ejemplos como el de las termitas africanas y de Héctor en la Ilíada; deduciendo de lo anterior el tema de la libertad.         Libertad se establece que no somos libres de lo que nos pasa, pero sí de nuestras decisiones.      Se concluye finalmente: “Y cómo podemos inventar y elegir, podemos equivocarnos… De modo que parece prudente fijarnos bien en lo que hacemos y procurar adquirir un cierto saber vivir que nos permita acertar. A ese saber vivir, o arte de vivir si prefieres, es a lo que llaman ética.” (F. Savater, 1991)

Análisis:

                Éste capítulo comienza hablando sobre ciencia; lo que me pareció  interesante, ya que el autor no trata la ciencia en sí, sino que  explica las características que ésta tiene para nosotros; al ser fundamental o no para nuestras vidas , y si queremos o no aprenderlas.         Cuando se comienza a tratar el tema del bien y el mal en los cuales los ejemplos que se utilizan son la droga, la que a la sociedad en general le parece mala, pero el autor es más sincero con el tema y reconoce que tiene una parte buena, independientemente que la parte mala sobrepase a la buena; el mismo e interesante análisis se realiza también con la mentira.  Concluyendo que lo malo puede resultar más o menos bueno y viceversa.       
En el texto se toca el tema de cómo vivir, junto con esto se establece el tema de vivir para los demás o que los demás vivan para uno.           Sobre éste tema se señala el ejemplo de las termitas africanas el que me deja reflexionado sobre la conciencia social que tienen estas especies y la que tenemos nosotros, que muchas veces puede llegar a ser nula.          Al terminar el tema de las termitas  se habla de Héctor el protagonista de la Ilíada, el cual debe luchar por su pueblo, pero por ser un ser humano tiene la libertad de elegir si quiere o no hacerlo, como podemos hacerlo todos nosotros con nuestras decisiones según nuestros valores.
Al hablarse de libertad se establece que podemos elegir lo que queremos hacer, en el caso de ser estudiantes si queremos o no queremos estudiar, pero no podemos elegir lo que nos pasa, como si llueve y andamos sin paraguas.            Al tener esta libertado podemos optar por lo que queremos hacer, según lo que nos parezca correcto, y al hacerlo podemos equivocarnos puesto que nadie es dueño de la verdad.   Al tener la libertad de elegir debemos hacerlo con conciencia para acertar a lo correcto y poder ser personas éticas.

Capítulo II:

Resumen:

            El capitulo principalmente relata que somos capaces de elegir que hacer frente a lo que nos pasa.            Y que a veces debemos elegir aunque no queramos hacerlo; junto con este dilema se plantea la historia de Aristóteles sobre el marino que debe elegir entre salvar su tripulación, su barco y su vida o arriesgarse a llegar con la mercancía al puerto bajo una ventisca.       En el caso de este marino el no quisiera elegir, pero debe hacerlo, es libre de optar pero en las condiciones que él no ha preferido.
            La mayoría de nuestras acciones las hacemos automáticamente, y no pensamos en cada paso que damos, y si nos conviene o no; resultando ser esto más cómodo y fácil.            Las razones que tenemos para actuar el autor las define como motivos, y pensando que en la vida existen 3 motivos para realizar nuestras actividades, estos son ordenes, costumbres y capricho. Estos 3 motivos son los que permiten que concluyamos en qué dirección va nuestro actuar.
En el caso de las ordenes las realizamos solo porque alguien nos obliga a hacerlo, y por lo tanto podemos tener una reprimenda al no realizarlas ya que obedecemos principalmente a quienes creemos quieren nuestro bien, o porque podemos recibir una recompensa a cambio de realizarlo. En el caso de las costumbres también concuerdan un poco con las órdenes ya que son impuestos previamente.    En cuanto a los caprichos salen de dentro y somos libres de realizarlos.

Análisis:

            El capitulo se refiere principalmente a los motivos por los cuales actuamos los seres humanos respecto a las situaciones que se nos presentan.       Al analizar estos motivos nos encontramos con las órdenes, costumbres y caprichos.        En general un niño que va al colegio actúa bajo órdenes ya que si no tendrá una reprimenda, pero si pensamos en un adulto que trabaja en una empresa, también actúa bajo órdenes pero no por miedo a una reprimenda, si no que lo hace porque su trabajo es recompensado con una paga mensual.         En cuanto a los caprichos nos supone una idea que nos hace felices, pero ¿que sería la vida solo de caprichos?; si para un hombre beber es su capricho, y lo realiza solo los fines de semana y sin dañar a alguien podríamos considerar que no está haciendo nada malo, pero si éste mismo lo realiza diariamente, dejando de realizar sus obligaciones (ordenes) y costumbres comienza a dañarse social además de físicamente.  
Para poder contar con una vida plena me parece necesario mantener un equilibrio entre los tres motivos por los cuales realizamos acciones (ordenes, caprichos y costumbres).  Puesto que si no el desequilibrio en estas acciones traerá desequilibrio e inestabilidad en otras fases de nuestra vida social y en el aspecto psicológico.       Me parece que este tema debiera haber sido planteado por el autor en este capítulo debido que es una buena forma de acercarse al tema de la ética.

Capítulo III

Resumen:

            Este capítulo trata de la libertad, moral y ética principalmente. Se establece que “libertad es decidir, pero también darse cuenta de lo que se está decidiendo” por lo tanto por mucho que me manden a hacer algo debo plantearme si es algo bueno o malo antes de realizarlo, ya que no todas las cosas que se me asignen como una orden deben ser buenas o las cosas que vengan de mi propio criterio, sin que me las hayan ordenado deben ser malas.             Esto mismos sucede con las costumbres ya que no porque yo realice una acción diariamente debe de ser esta buena.             En el caso de los caprichos si es que se trata de cosas serias de debe de analizar si es algo bueno o malo.   Pero nunca una acción es buena solo por ser una orden, capricho o costumbre, por lo tanto se debe reflexionar al respecto.
            Al comenzar a hablar de ética y moral se definen cada una de ellas de la siguiente forma: moral: conjunto de comportamientos y normas que tu, yo y algunos de quienes nos rodean solemos aceptar como válidos; ética: es la reflexión sobre por qué los consideramos validos y la comparación con otras morales que tiene personas diferentes.             Al existir esto las opiniones sobre que un ser humano sea bueno o malo varían mucho, dependiendo principalmente desde que punto de vista se esté mirando.   Esta compleja decisión de si un ser humano es bueno o malo se debe a que no estamos diseñados para un propósito establecido.

Análisis:

            Este capítulo me pareció especialmente interesante y reflexivo. Al establecerse los fines para los que está hecha una moto o cuáles son las cualidades que hacen ser bueno a un futbolista nos parece normal juzgar a las cosas por si realizan bien su propósito.        A lo que el autor se plantea ¿Cuál es el fin del ser humano? A dicha pregunta creo que será imposible encontrarle una respuesta, debido a que el ser humano tiene demasiadas aristas en su relación con la sociedad, la naturaleza, consigo mismo, con sus bienes, etc.             Por consiguiente deberíamos plantearnos cuál es el fin  de cada una de las relaciones que establece el ser humano, pero aun así no sería tan simple, ya que por ejemplo si planteo que un hombre es bueno con la naturaleza si la cuida, no la daña ni la ultraja, ¿qué comería si no matara animales o no le quitara las frutas a un árbol?          
            Al citar el autor a François Rabelais con el cuento Gargantúa y Pantagruel, se nombra la frase “haz lo que quieras” donde éste mismo autor plantea lo que todos pensaríamos al escuchar esta frase que las personas buenas harían lo que les corresponde, y las personas malas  lo que dañaría al resto. Al plantear lo anterior se cita al autor Erich Fromm quien dice que lo “bueno” es aquello que es bueno para el hombre, y lo “malo” lo que es nocivo, siendo éste el único criterio. Al pensar en esta cita nos damos cuenta que la mayor parte de la sociedad se guía a partir de ese criterio, pero que pasa con el ambiente, con los animales, ya que lo que es bueno para el hombre, no necesariamente tiene que ser bueno para éstos.


Capítulo IV

Resumen:

             El capitulo comienza explicando la frase del capítulo anterior “Haz lo que quieras”, y se da un par de vueltas con el tema.    A partir de dicha frase se expone el tema de la libertad, donde cita a Jean-Paul Sartre diciendo <<estamos condenados a la libertad>>, concluyendo que nadie puede evadirse de la responsabilidad de elegir su propio camino. Lo que transforma literalmente en la palabra libertad.
            Se cuenta una historia bíblica del libro Génesis, la de Esaú y Jacob, la que cuenta que Esaú era el primogénito, pero un día hambriento le pidió comida a su hermano el cual se la dio a cambio del derecho de ser primogénito.             Se analiza la disyuntiva en la cual debió entrar Esaú antes de tomar su decisión, lo cual no hizo; concluyendo que a veces los hombres quieren cosas contradictorias que se encuentran en conflicto con otras, pero es fundamental priorizar y establecer una jerarquía.
            El autor comienza a tratar el tema de que nos gusta la buena vida humana, gustándonos ser tratados como tales, pero para conseguir esto debemos tratar al resto como tal.     Para conseguir este objetivo es importante usar el lenguaje, ya que a través de este nos comunicamos e interpretamos el mundo que nos rodea; y así también hablar a alguien y escucharle es tratarle como una persona.  Concluye el autor que para tener la buena vida, debemos entregarla también.

Análisis:

            Me parece bastante interesante el dilema que establece el autor a partir de la frase “HAZ LO QUE QUIERAS” ya que al hacer lo que uno quiere, está a la vez obedeciendo la orden de quien lo escribió, y viceversa al obedecer no se está haciendo lo que se quiere, a no ser que lo que se quiera es obedecer. Creo que la frase puede hacernos reflexionar mucho sobre nuestra libertad, y sobre como es parte de nuestras vidas.
            El autor plantea el tema de ser tratados como humanos, y con esto se refiere principalmente al lenguaje.            Se establece que el lenguaje es una herramienta fundamental para las relaciones interpersonales y con el medio que nos rodea.            Al tratar este tema me parece que es muy atingente con nuestra carrera, ya que la fonoaudiología busca en la mayoría de los casos la recuperación o la implantación del lenguaje en las personas, lo que nos lleva directamente a que estas sean tratadas como seres humanos, a los cuales se les respeten sus derechos y sobre todo su libertad.         Gracias a esta reflexión podemos encontrarle un fin a la tarea del fonoaudiólogo, y como se hablaba en el capitulo anterior, al encontrarse el fin de algo podremos establecer si es bueno o malo, por lo cual el fin de nuestra tarea como fonoaudiólogos físicamente es hacer que el paciente recupere la mayor cantidad de lenguaje, pero detrás te esto hay un lado psicológico en el cual se le está humanizando al paciente.

Capítulo V

Resumen:

            El autor comienza concluyendo temas del capítulo anterior, como que todos queremos darnos la buena vida.            Pero a la vez se establece que la vida está llena de complicaciones. Como principal ejemplo se nombra el de Kane, que en resumidas cuentas era un hombre que solo vivía por y para las cosas materiales, y para conseguir estas utilizaba a las personas, murió solo y recordando un momento de su vida en el cual estaba acompañado.           A partir de Kane el autor plantea que al tener nosotros tantas cosas materiales, estas nos terminan poseyendo a nosotros.         Cuando nos aferramos mucho a las cosas materiales estas se aferran a nuestras vidas siendo parte fundamental de ella, lo cual no debería ser. 
Una de las cosas que le sucedía a Kane era que trataba a las personas como cosas, sin importarle en lo más mínimo sus pensamientos, sino que solo las utilizaba para conseguir sus fines.  Al nosotros no ser cosas, necesitamos de éstas, pero existen cosas que éstas no nos dan como la amistad, el respeto o el amor.   Cuando somos personas, las cuales tratamos al resto como tales debemos exigir que se nos trate también como personas.

Análisis:

En el comienzo de éste capítulo se plantea que todos queremos tener  la buena vida, pero existen criterios para poder formar este concepto, y según quien se sea, se le  dará mayor o menor importancia a cada uno de éstos criterios.          Como por ejemplo las cosas materiales; si comenzamos a tratar a las cosas materiales como personas les estaremos prestando más importancia de la que merecen, y así a las personas no las trataremos como se debe puesto que en nuestra jerarquización lo principal será lo material.   Al aferrarnos a las cosas materiales comenzamos a perder el sentido de la realidad, puesto que si en el momento de un temblor nos importa más que no se quemen los electrodomésticos, o que no se quiebren las cosas frágiles, más que la integridad de las personas estamos tratando al mundo como cosas, lo que le permite a éste tratarnos como tal.
Al final del capítulo el autor plantea la frase: “nadie puede ser libre por ti”, lo que nos hace reflexionar sobre que debemos decidir, qué camino tomar, y que aspectos de la vida considerar como principales y cuales como secundarios, para lograr nuestro fin que es el buen vivir.      Debemos establecer personalmente y aprendiendo de los errores –en este caso de Kane- que lo material es importante para nuestra vida, y quizás pueda considerársele fundamental, pero solo para vivir, al entrar en el concepto del buen vivir y tomando en cuenta la felicidad, ya debemos tomar en consideración a los seres humanos que nos rodean y las cosas que podemos recibir y entregarle a estos.

Capítulo VI

Resumen:

            El capitulo comienza hablando sobre los imbéciles; definiéndolos como alguien que cojea de ánimo, con un espíritu débil, necesitando apoyarse en el resto de las personas y no se relacionan con la libertad y la reflexión propia.            Al definir imbécil se define además lo contrario, establecido en el texto como tener conciencia. La conciencia se establece como lo contrario de imbecilidad, y para poder practicarla se deben tener cualidades innatas como oído ético y buen gusto moral; se ve a la conciencia como la cura para la imbecilidad moral; implicando temas como el querer vivir humanamente bien o a repugnarnos la falta de buen gusto mora.
            Al citarse el libro Ricardo III de William Shakespeare el tema principal es el egoísmo y el remordimiento. Éste hombre (Ricardo III), quien luchó para poder ser rey lo consiguió, pero a cambio del odio de su reino, ya que para llegar a tener el título de monarca debió matar a todos los otros hombres de su familia, queriendo llegar a este puesto para compensar en cierta parte sus anomalías físicas.  Para luego arrepentirse de todo puesto que su remordimiento fue más grande que la satisfacción de conseguir el título de monarca.  Es entonces donde aparece el tema principal del libro: la libertad, relacionándolo con el remordimiento que sintió Ricardo III al tomar conciencia de las fechorías realizadas.

Análisis:

            Me parece que este capítulo tiene diversos temas para ser analizados, pero me centraré principalmente en el remordimiento, la libertad y la responsabilidad.      El tener remordimiento implica que en lo más profundo de nosotros estamos arrepentidos de haber realizado algo que creemos está fuera de los valores que quisiéramos tener, por un lado es valorable tener remordimiento ya que existen personas que no lo conocen ni lo conocerán nunca y al tenerlo creo que es valido hacer intentos por remediar en lo más posible el acto que nos hizo tener este sentimiento.             Por otro lado el tener remordimiento significa que no hemos valorado nuestra libertad, más bien la hemos vulnerado.       Al centrarnos en la libertad y en el remordimiento aparece la responsabilidad, el hacernos responsables de nuestros actos y decisiones, puesto que como relata el texto “no vale la trampa esperar a ver si el resultado es bueno o malo antes de asumir si soy o no responsable”.     Usando dicha frase como guía me hace reflexionar que al tratar de vivir la buena vida debemos obrar siempre de buena fe, puesto que si nos llegásemos a equivocar –acto que en algún momento sucederá- tendremos la tranquilidad de decir que nunca nuestra acción fue con mala intención, a pesar de sentir las consecuencias, y así poner de nuestra parte para remediar lo sucedido.  La responsabilidad nos hace ser parte activa de nuestra libertad, pudiendo utilizarla como se nos apetezca, y como cita el libro “si obro bien cada vez será más difícil obrar mal, y viceversa”.  El obrar bien o mal en nuestra vida diaria nos define como personas, y nos hará formar una perspectiva que el resto podrá apreciar de nosotros, y así calificarnos como  buenos  o  malos. En cuanto al tema de la irresistibilidad; no me parece que se deba atribuirle la culpa de nuestros actos a lo irresistible, creo que no es más que una escapada cobarde en el intento de no quedar tan mal al momento en que alguien se ve obligado a asumir la culpa.

Capítulo VII

Resumen:

El capítulo comienza hablando sobre la historia de Robinson Crusoe, en el momento en el que se encuentra en la isla, solo.     Se relata que el personaje encuentra una huella de otro hombre, lo que le significa comenzar a vivir humanamente.            Vivir humanamente, ósea vivir entre hombres, y de esto se trata la ética, de vivir la vida bien entre humanos.
Se sigue relatando la historia de Robinson Crusoe, junto con la de Marco Aurelio, donde se plantean distintos tipos de conducta, con estos ejemplos se reflexiona sobre el ser humano, y sus comportamientos; por muy mal que se comporten, al fin y al cabo son humanos y son necesarios para vivir humanamente.          Vivir humanamente permite que nos relacionemos con otros, dando y recibiendo distintas cosas, como amor, buen trato, incluso hasta cosas malas como mentiras, ser víctimas de robos, etc., pero no por esto se deja de ser humano, ya que nuestra humanidad permite la reivindicación.
La imitación es un punto importante, debido a que de ésta forma podemos dar el ejemplo, principalmente de cómo ser tratados,  y como cita el libro sembrando lo que queremos cosechar. El único beneficio que podemos obtener  del resto de los seres humanos es la complicidad y el afecto, siendo éste un trato humano.        Este trato nos lleva a la buena vida.

Análisis:

Me parece que lo más interesante de este capítulo, es el tema de la empatía, a pesar de que en el libro no se utilice este término precisamente, se plantea que la empatía es la base de la ética, y por lo tanto es la clave para vivir humanamente. Para tratar a las personas humanamente debemos ponernos en su lugar, y adoptar su punto de vista; al realizar este ejercicio en alguna discusión o problema las cosas parecen ponerse más claras, ya que si realmente nuestra mente se “transporta” hacia el cuerpo de otro, y reflexionamos sobre las actitudes de la otra persona teniendo en cuenta el medio en el que se encuentra, y que lo empujo a tomar cierta decisión -ya que somos influenciados por nuestros sentimientos- podremos llegar a un consenso y a un entendimiento entre ambas personas. De esta forma al relacionarse con alguien vamos a darle el trato que le corresponda, por el hecho de ser humano.
Otro punto interesante de analizar es el tema de la justicia. Al ser una futura profesional la ética debe ser un pilar fundamental en mi desarrollo, por lo tanto al enfrentarme a una situación compleja se debe tener claro que es lo que uno tiene como fin, puesto que las leyes están establecidas, pero al existir diversas realidades y situaciones, las cosas cambian; en este caso la empatía juega un rol fundamental. Al tratar este punto quiero referirme a que probablemente por hacerle el bien a alguien, quizás pasemos a llevar algunas reglas, pudiendo algunas personas no entenderlas o incluso rechazarlas porque no están precisamente en el lugar de quien tomó la decisión, pero si se está siguiendo un  fin ético podría ser justificado y podríamos actuar siguiendo a nuestra propia justicia.  En conclusión me parece que la justicia es una de las claves para vivir bien, y comportarnos como buenos humanos, pero siempre siendo éticos, no porque un alguien lastime a un ser querido, debemos tomar represalias en contra de esa persona, para eso si existen los libros de jurisprudencia.

Capítulo VIII

Resumen:

            El tema principal de este capítulo es el placer. Comienza hablando sobre el sexo, planteando que éste mismo es una herramienta para conseguir placer, y que es esto mismo lo que nos diferencia de los animales, puesto que son los animales los que utilizan el sexo solo con fines reproductivos.   El autor plantea que utilizar el sexo como fuente de placer es bueno, indicando lo siguiente “lo que hace disfrutar a dos y no daña a ninguno, no tiene nada de malo”.
            Al autor plantea que el placer –todos los placeres- tiende a estar mal catalogado, pero tal como este indica “nada es malo solo por el hecho de que te de gusto hacerlo”. El autor describe el <<puritanismo>>, como la acción de considerar que lo bueno es lo que nos sienta mal, y establece que esto es lo contrario a una actitud ética.     
            Se especifica que los placeres deben disfrutarse por sí solos, no comenzar a preguntarse qué faltaría para que fuera completamente placentero. Lo importante es saber disfrutar de las cosas que nos rodean en el momento adecuado.       Pero lo trascendental es saber controlar los placeres, puesto que abusar de estos trae malas consecuencias, ya que el placer debe enriquecer la vida, no empobrecerla.

Análisis:

            Desde mi punto de vista los placeres son un gran tema para analizar, puesto que somos felices gracias a estos, y realmente siento que sería ridículo privarnos de ellos. Más bien me parece que es importante conocer los pros y los contras de los placeres que llevamos a cavo día a día, ya que si fumar es un placer, abusar de este puede ser perjudicial para uno y para el resto.
            Pensar que los placeres como el sexo o la comida son malos, me parece una actitud realmente aberrante, claro está que ambos actos descritos debemos realizarlos con la debida responsabilidad si no queremos ser parte de las consecuencias, pero si estos actos nos hacen sentir alegría, y por supuesto placer, que es realmente lo que buscamos con cada cosa que hacemos, ¿Por qué negárnoslos? Distintos son los placeres que nos dañan solo por el hecho de realizarlos, aunque sea solo una vez. Personalmente creo que no se les debieran llamar placeres, sino como el libro lo describe “castigo disfrazado de placer”.
            Destacando el tema de la templanza creo estar en acuerdo y en desacuerdo con el autor.  En primer lugar estoy de a cuerdo ya que a que como seres humanos debiéramos ser capases de controlar nuestra libertad, y así ponernos nuestros propios límites, y saber que está bien y que está mal según nuestros valores éticos, y no desconfiar de todo lo que nos gusta, por ejemplo si a alguien le parece divertido robar, por la adrenalina y no por el simple hecho de necesitarlo, creo que se debe ser bastante humano y darse cuenta que al realizar un acto de placer se está dañando a otros. Pero por otro lado me parece estar en desacuerdo con el autor, debido a que en el mundo existen cosas como las drogas, las cuales los seres humanos al probarlas pueden volverse dependientes de estas, y como todos sabemos arruinar su vida, y de paso la de quienes nos rodean, pero para que pueda existir una rehabilitación en cuanto a este tema me parece que realmente se deben dejar por completo, prohibírselas a sí mismo.

Capítulo IX

Resumen:

                El tema principal en este capítulo es la comparación de la política con la ética. Uno de los enunciados del principio apunta al “aborrecimiento” que le tiene alguna gente a la política. Se indica que quienes critican la política sienten una obligación en criticar al resto, afirmándose que la ética es solo para mejorarse a uno mismo y no para increpar al vecino.
            La mala fama de la política viene de ser figuras públicas, y privilegiados en la sociedad, y por lo tanto sus defectos son más públicos que los del resto de las personas, y que además pueden incurrir en mayores abusos que el resto del mundo.  Se explica que si la gente confiase menos desde el principio, no existiría la desilusión cuando fuese necesario desconfiar de ellos.
            Se manifiesta que la ética y la política están emparentadas, puesto que su fin es vivir bien. Pero la ética es más bien una cosa personal, puesto que es el arte de elegir lo que a cada uno le conviene, en cambio la política tiene como objetivo organizar a la sociedad lo mejor posible, para que cada cual tenga la libertad de elegir.  El propósito de la ética lograr la buena vida pero porque uno realmente quiere hacerlo en cambio en el caso de la política lo que cuentan son los resultados, sin importar el porqué de las acciones.

Análisis:

            Desde mi punto de vista este es uno de los capítulos más interesantes, ya que me declaro ignorante en asuntos de política, y me parece relevante la comparación que se establece entre ética y política. La política al establecerse como tal debe buscar un bien común, principalmente cimentado en la libertad, ya que está más que claro que las dictaduras no son lo más conveniente.
Me parece importante además de imprescindible que la política se establezca una función ética, ya que si la gente critica a los políticos, es porque éstos no son totalmente éticos específicamente con los recursos que son de todo el país, pero está más que claro que no son solo los político, sino que en todo orden de cosas encontraremos gente honrada y deshonrada, pero al estar los políticos involucrados en temas que incumben a todo un país, su propia humanidad debiera hacerlos personas éticas.  Me parece imprescindible que sea convencimiento racional la razón por la que actuáramos todos los seres humanos.
Respondiendo la pregunta que realiza el autor sobre ¿Cómo sería la organización política preferible, aquella que hay que esforzarse por conseguir y defender?, a partir de los argumentos que presenta el autor, creo que el establecimiento de libertad es imprescindible, la justicia, o como la llamaría yo una mezcla entre justicia y empatía, ya que todos los seres que contamos con libertad, debemos contar también con dignidad, y la asistencia, que es un apoyo para el ser humano cuando realmente no se encuentra bien.  Estas tres facultades desde mi perspectiva debieran ser respetadas a cabalidad, para asegurar la felicidad, y la integridad física de los seres humanos.

  

CONCLUSIÓN

            Como conclusión me gustaría presentar mi perspectiva personal sobre el libro. Personalmente me pareció un libro interesante, aunque debo confesar que en un principio el primer capítulo no me pareció coherente con el título del libro, pero a medida que fui avanzando y entendiendo el objetivo de la obra, los temas me parecieron dignos de ser reflexionados, es más, llevo realizando este informe hace alrededor de dos semanas y media, y en situaciones cotidianas me he visto relacionando los temas de mi vida con temas tratados en el libro, principalmente relacionados con la libertad.
            Una de las cosas que me llamó la atención fueron las analogías que establecía el autor al tratar ciertos temas, principalmente porque las analogías provenían de distintas bibliografías, tan diversas como la biblia, historia universal, Daniel Defoe o el mismísimo William Shakespeare.        Creo que estaban especialmente relacionadas con los temas que trataba el autor, y desde mi perspectiva me pareció que este mismo fue muy asertivo al elegirlas, aunque eran de esperarse, debido a las referencias que se tienen sobre el autor, siendo filosofo y profesor de ética.
            Como comentario final, me parece que es un libro recomendable, y no solo para edades escolares como fue el objetivo del autor al escribírselo a su hijo, sino que es una obra adaptada a todas las edades, a pesar de que como dice el autor no sea un libro específicamente de ética.

Ética Para Amador, Análisis por Mariela Rojas


                                                     Ética para Amador

Fernando Savater

                                            Mariela Rojas Whipple 


Introducción
Ética es lo que entendemos por moral o costumbre, más aún son las pautas que debemos seguir para tener una vida que nos mantenga alejados de los inconvenientes y son las decisiones que nos otorgaran libertad para escoger cuales situaciones vale la pena vivir y cuáles no, que es lo bueno y que es lo malo. La manera en que decidamos vivir, irá curtiendo nuestra forma de ser, y esta forma de ser es la libertad que se nos otorga obligatoriamente al vivir. Si queremos ser libres no nos queda otra opción que ser responsables con nuestras elecciones, vivir la vida sin miedo a morir y tomar las decisiones con conciencia de que podemos equivocarnos y que para hacernos responsables de ese error lo tenemos que solucionar, aunque no siempre sea posible.
Capítulo I: De qué va la ética.
Síntesis
Existen muchas ciencias rodeándonos, como no somos capaces de aprenderlas todas debemos escoger entre que aprender y que no. Sin embargo existe un conocimiento imprescindible para todos, que nos indicará lo favorable o desagradable que provocarán nuestras acciones en el futuro, este saber no es fácil de adquirir ya que lo malo a veces parece bueno y viceversa. No existe una sola forma de vivir y no es sencillo escoger alguna ya que hay una serie de criterios contradictorios respecto a qué hacer y un sin número de opiniones que divergen sobre lo próspero o lo decadente. Las únicas opiniones que convergen al respecto es que no todos estamos de acuerdo con todos y que el resultado de nuestra vida es responsabilidad de cada uno. Podemos elegir independientemente de la programación biológica o cultural que poseamos, y eso nos otorga libertad. La libertad no obstante no nos hace libre para escoger lo que nos pasa, ni tiene relación con que todo lo que hagamos siempre funcione, está relacionada con elegir como vivir de manera beneficiosa aceptando nuestros errores y cargando con el peso que conllevan, y a ese buen vivir se denomina ética.
Análisis
Para ser un profesional de la salud íntegro, debemos ser conscientes sobre la responsabilidad que tenemos de ser libres. No podemos simplemente entregarnos a la comodidad de creernos no ser libres y refugiarnos en excusas para justificar una terapia fracasada. Decir, por ejemplo, que aplicamos una terapia impropia porque un libro lo decía así y no debemos contradecir a los libros no nos haría responsables de nuestra libertad.
 Al asumir el rol profesional es importante que recordemos que no somos omnipotentes y que no todo depende de nuestra voluntad. Existirán fracasos, y debemos intentar que estos no ocurran por malas decisiones, ya que estas han de ser tomadas en merced de un individuo distinto a nosotros y por lo tanto las consecuencias de nuestras elecciones, recaerán sobre ellos. Si conozco que no soy experto en cierta área, no puedo proponerme formular una terapia beneficiosa para mi paciente, debo entender mis limitaciones y gestionar una cita con un profesional que tenga las herramientas para escoger con libertad y responsabilidad lo que será mejor para el afectado. Entonces la ética del profesional de la salud no es sólo escoger como viviremos pensando en los resultados que ello nos acarreará, sino también pensando en qué efectos tendrá lo que yo hago sobre otro humano que necesita de mi apoyo, sorteando las limitaciones que puedan existir.
Capítulo II: Órdenes, costumbres y caprichos.
Síntesis
Aunque no podemos elegir que nos pasa, podemos elegir qué haremos frente a lo que nos pasa. En determinadas circunstancias, incluso tendremos que escoger entre dos opciones que no hemos elegido, y en estos casos no nos queda más que ser libres y escoger. Existen distintos motivos que creemos tener para justificar nuestras acciones, estos son de tres tipos: órdenes, que corresponderán a las cosas que hacemos porque nos las mandan, costumbres, las cosas que hacemos a menudo y sin notar, y caprichos, las cosas que queremos hacer porque se nos da la gana. Cada uno de estos motivos inclina nuestra conducta y tiene su propio peso. Las órdenes y las costumbres nos condicionan desde afuera, con influencia del medio, en cambio los caprichos brotan espontáneamente sin que alguien los fomente. Saber escoger cuando obedecer o desobedecer, órdenes, costumbres o caprichos es lo que nos orientará en las situaciones difíciles. Existen también los motivos funcionales que son con el fin único de obtener algo, lo que tengamos que hacer para alcanzarlo.
Análisis
El fonoaudiólogo conjunto con los demás profesionales de la salud está regido por órdenes que deben obedecer, estas pueden provenir de una ley, de una normativa en el lugar de trabajo o de un superior. Puede ocurrir también que se torne más fácil trabajar por costumbre ya que de esa manera dedicaríamos menos tiempo a pensar en que es lo que necesita el paciente y sólo actuaríamos de manera cíclica repitiendo terapias y terapias quizás sin obtener el resultado deseado, si los caprichos fueran ubicados con privilegio por sobre el deber, podríamos no hacer terapia a cierto afectado porque no nos parece atractivo, o no ir a trabajar porque amanecemos cansados. Sin embargo, al trabajar con personas humanas, debemos lograr aprender a sortear estas dificultades que parecen decirnos desde afuera lo más correcto, para ser libres de escoger lo más apropiado desde adentro, detenernos a pensar con delicadeza cual es el motivo de nuestra elección a la hora de trabajar y tener claro porque prefiero esta opción por sobre otras, ya que aplicar nuestra libertad sin meditarlo lo suficiente, puede traernos lamentables resultados, no solo a nosotros sino también a nuestros pacientes.
Capítulo III: Haz lo que quieras.
Síntesis
La libertad es poder decir sí o no, aisladamente de lo que resulte pero haciéndonos cargo de ese resultado. En ciertos casos las obligaciones no me parecerán pertinentes, las costumbres pueden ser inconvenientes y los caprichos pueden no ser aceptables. Una acción no siempre será buena por ser una orden, una costumbre o un capricho. Debo examinar para determinar si algo es realmente conveniente, o si las cosas que debo hacer para alcanzarlo son moralmente aceptables. La bondad del ser humano siempre está en duda porque no sabemos cuál es la utilidad de un hombre, entonces no tenemos parámetros para determinarla. Se puede ser un buen hombre de varias maneras, y no es fácil determinarlo desde el exterior, ya que habría que estudiar las circunstancias y las intenciones que movilizan a cada uno.
Análisis
Sin dejar de considerar que el profesional de la salud se encuentra permanentemente limitado, por normas que tratan de circunscribir el buen actuar profesional, existirán circunstancias en las que necesitaremos tomar decisiones que beneficien al paciente y estén fuera de protocolo o enmarcadas en lo no correcto. Nos tendremos que arriesgar a escoger si desobedeceremos. La atención que debemos poner en nuestras costumbres se torna considerable a la hora de trabajar como fonoaudiólogo, ya que no todos los pacientes son iguales ni reaccionaran de la misma manera a pesar de que tengan el mismo trastorno, el éxito de una terapia recaerá en no dejarnos llevar y en la capacidad que tengamos para modificar de acuerdo a las necesidades individuales de los afectados. Ubicar nuestros quereres por sobre los del paciente nos puede desconcentrar de nuestro objetivo fundamental, que es hacerlo sentir mejor, es decir tratar a un paciente como queremos por nuestros caprichos no nos ayudaría a ser profesionales íntegros de la salud, hay que recordar que las mejoras o decaimientos no se lograrán sino en ellos. Dicho todo esto, somos libres de escoger que tipo de profesional queremos ser, y esa elección la haremos a través de las alternativas que consideremos mejor para los pacientes, esto se correspondería con la libertad, ya que en caso de fracasar debemos ser capaces de encontrar nuestro error y repararlo en favor de un ser humano distinto a mí.


Capítulo IV: Date la buena vida.
Síntesis
Debemos interrogarnos sobre el uso de nuestra libertad para mejorarla, eliminar lo que quiere dirigirnos desde afuera para lograr orientarnos nosotros mismos, y es necesario indagar bien dentro de nosotros mismos para saber a dónde queremos encaminarnos en esta vida. Una mala orientación de nuestro camino nos podría llegar a alejar de la humanidad, las cosas pueden ser útiles y bonitas pero pierden toda su importancia al lado de la necesidad de ser tratados como humanos, ya que el hombre no es solo una realidad biológica sino también cultural. La humanidad no existiría sin cultura, ni sin la base de la cultura: el lenguaje, sin embargo existen otras formas de humanizarnos, por ejemplo: los estilos de respeto, que insisten en marcar la diferencia entre los humanos, y las cosas o animales. Para que los demás me hagan humano primero tengo yo que hacerlos humanos y respetarlos como tales, con características distintas que no siempre me agradaran pero los harán ser humanos. La ética, entonces, se torna el intento de averiguar cómo vivir mejor la relación que existe entre otros humanos y yo y viceversa.
Análisis
Si solo tuviéramos como motivo de acción cosas que vinieran desde afuera no podríamos ejercer la profesión con la libertad que eso conlleva, si fuéramos siempre obedientes, hiciéramos todo por costumbre o capricho probablemente no seríamos terapeutas integrales. De igual manera si no supiéramos ubicar nuestros intereses y prefiriéramos lo material por sobre lo humano, por ejemplo podríamos ser fonoaudiólogos que hacen la mitad de la terapia porque así el paciente presentará problemas de nuevo y requerirá de nuestros servicios pagándonos otra vez, estaríamos alejándonos de lo humano, considerar a los pacientes como una fuente de dinero, antes que reconocerlos como seres humanos nos convertirá en un ser aislado.
Darse la buena vida en el sentido profesional fonoaudiólogo, es contar con las herramientas necesarias para poder discriminar entre lo positivo y negativo que tendrán mis acciones, sobre otros. Estos otros seres merecen mi respeto y mi consideración como humanos, dueños de su propia realidad biológica pero también cultural, una vez que yo lo haga, ellos me considerarán humano a mi también, comprendiendo que existen diferencias que no necesariamente nos alejan sino más bien nos juntan.
Capítulo V: ¡despierta baby!
Síntesis
Tener una buena vida, es saber qué aspectos de ella son los que importan, simplificar el vivir a cubrir las necesidades básicas situándolas por sobre las importantes es quitarle buen vivir. Cuando la muerte asecha pocos motivos importan, la vida en cambio, es constante complejidad y complicaciones, lo que realmente queremos es vivir bien, no morir pronto. Las cosas son necesarias para el buen vivir, sin embargo ellas nos poseen de la misma forma que nosotros las poseemos, por eso es preciso que las tratemos como cosas y no como humanos. Al no ser cosas, necesitamos entes que nos den lo que las cosas no pueden. Si en algún caso tratáramos a un humano como cosa, este solo podría darnos cosas, y perderíamos las gracias que solo los humanos pueden dar, no conseguiríamos amor, respeto ni amistad. Si tratamos propiamente a las cosas y a los humanos, ambos nos serán de utilidad, las cosas servirán como cosas y los humanos como personas. La decisión de no vivir de cualquier modo a pesar de que vayamos a morir, comprender lo que nos conviene, escuchar razones y también darlas, nos ayudara a ser libres por nosotros mismos.
Análisis
La importancia del paciente como ser humano, radica en que el también es un ser libre, que tendrá la posibilidad de obtener de mi algo que yo también puedo obtener de él: humanización, respeto, confianza. Considerarlo como ser humano me permite comprender que existen motivos que pueden ser distintos para su buen vivir y de esa manera evito emitir juicios previos que ejerzan modificaciones en mi conducta, que el paciente sea evangélico, budista, mapuche, o posea cualquier diferencia conmigo, no lo hace peor o mejor humano que yo.
La decisión de no vivir de cualquier modo a pesar de que vayamos a morir algún día certifica que ese modo de buen vivir se mantendrá firmemente, sin embargo estará dispuesto a cambiar su manera de llegar al horizonte conforme notemos que cometimos un error en el camino. Si pretendo ser buena terapeuta, no puedo dejar de advertir si es que mi paciente no responde a una terapia. Aceptar mi error, sería asentirme como humano y a la vez reconocerlo como humano a él, una vez manejando esto podría investigar hasta encontrar la terapia más adecuada para sus necesidades individuales, poniendo atención en las recomendaciones de mis semejantes, lo que me otorgará la libertad de ser responsable de mis conductas profesionales.
Capítulo VI: Aparece pepito grillo.
Síntesis
La única obligación que tenemos en la vida es no ser imbéciles del ánimo, esa imbecilidad moral se contraria con la conciencia, y para tener conciencia necesitamos algunas cualidades innatas, ser tratados como seres humanos y atención y esfuerzo propios. Ser consciente es saber que no todo da igual porque queremos vivir humanamente bien, es estar dispuestos a establecer si lo que hacemos corresponde a lo que queremos hacer, es ir desarrollando “un buen gusto” moral que permita repugnarnos con ciertas cosas y es ser responsables de nuestra libertad por lo tanto de las consecuencias de nuestros actos. Lo malo es así, porque no nos permite vivir como queremos, entonces evitamos el mal siendo egoístas cuidando no ser imbéciles o siendo egoístas consecuentes, conociendo lo que queremos y esforzándonos por alcanzarlo, sabiendo que solo puedo ser apreciado si se lo que valgo y lo respeto. Si no respeto mi libertad sentiré remordimiento porque sabré que me he equivocado y ha sido mi elección, entonces, la libertad arrastra responsabilidad, tiene efectos que no podemos modificar a nuestro antojo cada uno de mis actos me construye, define e inventa.
Análisis
La conciencia de querer vivir humanamente bien, me entregará la capacidad de ser egoísta sin ser una imbécil individualista, una vez que tenga este concepto bien madurado en mi cabeza, seré libre de obtener un buen propósito de vida, lo que extrapolado a la carrera me permitirá definir bien los puntos cardinales de la profesional que quiero ser.
Debemos ya comprender que toda libertad por optar arrastra responsabilidades y que si las consecuencias de mis acciones no son eficaces debo poder generar las instancias para recomenzar asumiendo mis errores, debo saber hasta qué momento será prudente ejecutar una terapia sin resultados, sin sentir remordimientos porque al hacerme responsable de mi error, me convierto en la encargado de solucionarlo.
La definición de mi ser profesional se irá dando a medida que vaya aumentando el disfrute de la responsabilidad de ser libres, de poder escoger lo mejor para otros bajo mi punto de vista. Mientras más libre sea, más responsabilidades sobrevendrán a mí y más posibilidades de equivocarme tendré pero si estoy atenta, lograre pesquisar los errores antes de que sean caóticos y los remediaré.
Capítulo VII: Ponte en su lugar.
Síntesis
La presencia de otros seres humanos nos dicta una manera de sobrevivir, debemos saber de ética para mantener la humanidad durante nuestra buena vida. Como no conocemos a nuestros semejantes con exactitud no sabemos cómo comportarnos y tenemos que ir ajustando nuestra conducta, pues a veces los hombres pueden parecer peligrosos. Sin embargo, de alguna manera u otra, nos relacionaremos, ya que no se puede vivir sin otras personas. Nada puede entregarme tanto como un individuo, por eso hay que tratarlos con delicadeza, incluso si llegaran a ser hombres “malos” debemos respetar su condición de humanos, así no pasar a llevar sus derechos. La mayor ventaja que podemos obtener de una relación no es la posesión material, sino la complicidad y afectos de otros seres libres. Compartir con otros seres ampliará mi libertad, porque se me facilitará empatizar si comprendo sus razones y sus intereses, que pueden ser distintos pero son tan validos como los míos, eso me hace ser un humano libre responsable y justo, lo que me acercará al buen vivir.
Análisis
El quehacer fonoaudiológico nos exige relacionarnos con otros sujetos de manera estrecha, para lo cual necesitamos contar con ciertos conocimientos que nos acerquen al buen vivir dentro del contexto humano. Necesitaremos eliminar de nuestros pensamientos cualquier referente juicioso que tengamos sobre cualquier cultura, religión, trabajo o modo de vivir, ya que cada ser humano solo por ser humano merece nuestro respeto y trato igualitario, a pesar de que pueda estar infringiendo una norma o se mueva por motivos que a nosotros no nos parecen apropiados. Comparto la opinión del autor cuando plantea que la mayoría de los malos se sienten desgraciados, poco amados y por eso sienten la necesidad de dañar. Hacer de este pensamiento, parte de nuestro ethos profesional nos proporcionará las herramientas necesarias para no sentir incomodidad con la diferencia ni menospreciar a quienes no lo merecen, nos permitirá recordar que el ser humano es el resultado directo de nuestras acciones y que colaborar con la desdicha ajena o no intenta remediarla, recibirá lo mismo de vuelta. Hacerme parte de la vida de mis pacientes, permitir que se forme un lazo de complicidad es de responsabilidad mutua, pero si llegáramos a lograr que esa relación comparta libertad estaríamos reforzando la humanidad como tal. Aprender a respetar, simpatizar con el paciente nos consentirá aceptar que él sigue siendo él y tú sigues siendo tú, y llevar a la práctica lo anterior nos conformará como profesionales justos.

Capítulo VIII: Tanto gusto
Síntesis
No hay nada malo en disfrutar del sexo si somos responsables y no estamos dañando a nadie, somos un cuerpo sin cuya satisfacción y bienestar no hay vida que valga. Quien se avergüenza por gozar es como quien se avergüenza por aprender. Si bien el sexo es un mecanismo de reproducción, cuanto más se separa del fin mismo más nos humaniza y nos diferencia de los animales. A lo largo de los siglos el placer ha sido considerado tabú, porque nos agrada demasiado y podría distraernos exageradamente de la vida real. Lo dificultoso resulta usar los placeres con un control que no les permita irse en contra de mi existencia personal, el placer debe ser una experiencia que otorgue plenitud a mi vida y no una instancia para escapar de ella. La gratificación máxima que podemos obtener en la vida es la alegría, el placer es asombroso cuando logramos ponerlo al servicio de la alegría, ese arte corresponde a la virtud de la templanza. Esa virtud nos otorgará la voluntad necesaria para no tener miedo de los placeres, nos dará la voluntad para ser libres dentro de nuestros gozos.  Querer ponerle fin al sufrimiento de alguien es querer permitirle sentir placer.
Análisis
Si estudiamos una carrera del área de la salud probablemente es porque queremos terminar con el sufrimiento de un ser humano, ya sea este un sufrimiento terrible o uno aceptable. Tenemos esas aspiraciones por que nos provoca alegría ver el goce ajeno, ver sonreír a alguien, nos induce a sonreír.
Uno de los mayores placeres que experimentaremos, al ser fonoaudiólogos es permitirnos trabajar con el paciente para que el recupere su capacidad de gozar, para que retorne a él la idea de ser feliz, de sonreír, como resultado paralelo a la terapia pero no menos importante. Es por eso que no debemos dejar de lado los conceptos adquiridos anteriormente, no podemos esperar que un paciente sea alegre si no le damos un trato adecuado, si no dejamos que forme parte de nuestra realidad y no nos hacemos parte de la suya, si estamos al tanto que nuestra libertad o nuestra orientación de la terapia no es la que el espera y no hacemos nada para modificarlo.
Lograr la virtud de la templanza nos estimulará a trabajar mejor, a saber escoger que la mejor terapia depende de cada paciente y del mundo en el que se desarrolla. Y nos otorgará la posibilidad de alegrarnos de los logros de otros que también serán nuestros logros.
Capítulo IX: Elecciones generales.
Síntesis
Los humanos no somos hechos en series, por eso no es conveniente emitir juicios acerca de un grupo e involucrar a todos los participantes ya que podríamos cometer un error. La mala fama de los políticos deriva de su alta exposición y la mayor posibilidad que tienen de incurrir en abusos que los ciudadanos comunes. Los políticos suelen hacer más promesas de las que pueden cumplir, si confiásemos menos en ellos al principio, no tendríamos que desconfiar de ellos después. La ética y la política son diferentes ya que le ética tiene como objetivo saber escoger como vivir bien, y la política organizar la convivencia social de manera que todos puedan hacer sus elecciones, pero como no vivimos aislados nadie que tenga la preocupación ética de vivir bien puede desentenderse de la política. Considerar la organización humana y reconocer la relación que tenemos con la tierra nos beneficiará no solo a nosotros sino también a los que comparten nuestro hábitat.
Análisis
Se puede tropezar al emitir juicios, es por eso que no debemos hacerlo sobre un grupo completo, ya que siempre dentro de un grupo existirán individuos que probablemente no estén incurriendo en la razón del juicio que pronuncié. Creo que es de suma importancia que el profesional de la salud se involucre con la política atingente a su pueblo, leyes bajo las cuales se regirán sus conciudadanos, y que determinaran, en el ámbito de salud el funcionamiento de los establecimientos en los que trabajaremos.
Cualquier profesional preocupado por mejorar a los que necesiten de su asistencia y que desee la buena vida para los demás, deseará para él la buena vida de igual manera, para que esto ocurra el proyecto político debe basarse en libertad, justicia y asistencia.
La humanidad funciona como una sola por lo que si nos desentendemos de los problemas como el hambre, la subdesarrollo educativo, nunca lograremos superarlos.
Conclusión
Si logramos aplicar la ética a la profesión, el buen vivir no sólo nos beneficiará a nosotros sino también a quienes queremos mejorar. Lograr escoger correctamente nos hará ser libres y esa libertad nos acarrea responsabilidades.
Debemos comprender que, así como nosotros somos libres todos son libres para elegir, por lo tanto es necesario que seamos respetuosos con todas las etnias, religiones, culturas, sexos, edades que puedan incidir en la orientación terapéutica.
Al considerar al humano como humano, lograremos que ellos nos consideren como tales y obtendremos los beneficios que solo estos entes pueden otorgarnos.
Por último es sumamente importante comprender que así como el ser humano es un organismo individual conformado por millones de células, la tierra funciona como un organismo mayor conformado por millones de seres humanos y cualquier socorro que otorguemos a uno de los elementos beneficiará a la tierra completa.

martes, 8 de mayo de 2012

Ética Para Amador, Análisis por Camila Poblete


Ética para Amador
Por Camila Poblete Irarrazabal

Introducción
La ética es una rama de la filosofía que estudia principalmente, la moral, las virtudes y el saber vivir. Según el autor Armando Roa en su libro “Ética y Bioética”, 1998: Es básicamente saber qué hacer o no hacer en un momento determinado, de entre todo lo que se puede hacer, teniendo en vista las consecuencias. La llevamos en nuestra cabeza desde la primera infancia, cuando son los adultos quienes deben de enseñar esencialmente los conceptos de lo bueno y  lo malo, hasta cuando ya somos jóvenes y adultos, donde es la propia conciencia la que indica si ciertas acciones son buenas o malas (A. Roa; 1998). Día a día, tomamos decisiones, emitimos opiniones o realizamos acciones, las cuáles son de total estudio de la ética. Con ella, podemos discernir de lo que es correcto o incorrecto, bueno o malo, para así poder tener una mejor vida. Aunque en algunos casos este término se confunde con el de moral, se dice que la ética estudia a la moral. Como expone María del Carmen Rodríguez, en su revista sobre ética y moral, 2005: la ética es la reflexión filosófica sobre la moral que a su vez consistiría en los códigos de normas impuestos a una sociedad para regular los comportamientos de los individuos. (M. Rodríguez; 2005)
En el presente ensayo se analizará “Ética para Amador”, un libro que el filósofo español, Fernando Savater, escribió a su hijo Amador, y en el que invita a los lectores a reflexionar acerca de sus propios actos, de la ética y de la vida misma. Este informe consiste en resumir uno a uno cada capítulo y analizar cada cual desde una perspectiva más personal.



  


Resúmenes y análisis
Capítulo I
De qué va la ética
Síntesis
En primera instancia, Savater califica a la ética o, como lo anuncia en el comienzo de su libro, “el saber de que ciertas cosas nos convienen y otras no”, como imprescindible. Compara este conocimiento de distinguir entre lo “bueno” y lo “malo”, con otras ciencias o estudios de los cuáles los humanos podemos prescindir, podemos tener algunos conocimientos de ciertas cosas y de otras no, viviendo tranquilos con ello.
También expone lo dificultoso que puede ser distinguir entre lo correcto o incorrecto en algunas situaciones. Para algunas personas, alguna acción puede considerarse perjudicial y para otras no. Aunque todas estas diferencias no servirían de nada si nuestra vida tuviera un fin determinado, si ya estuviera destinada, sin oportunidad de elegir.
Por otro lado, sale a la luz la palabra “libertad”, atribuida únicamente a los seres humanos. Somos libres de elegir, podemos optar por algún camino u otro. En este apartado se aclara que no tenemos libertad de elegir lo que nos pasa, pero si para actuar o responder a lo que nos pasa, y que tenemos libertad para intentar lo que queramos, sin que necesariamente lo logremos. Las personas a veces preferimos sentirnos sin la libertad, para no sentir culpa de algo que nos ocurra, expone Savater.
Análisis
El saber qué es lo bueno, lo malo, lo correcto, incorrecto, es verdaderamente imprescindible, como lo califica el autor. Pero al tener estos conceptos, tantas aristas y tantos criterios, dependiendo de la situación, de las personas etc. se hace difícil en algunas ocasiones distinguir lo verdaderamente conveniente para uno mismo y para las personas que nos rodean. Sabemos desde pequeños que robar es malo, porque nuestros padres nos inculcaron eso, sabemos que mentir no es correcto. Sin embargo día a día, en las noticias, en la vida cotidiana, vemos situaciones que distan bastante de lo éticamente correcto. Sin embargo, todas las personas que realizan alguna de estas acciones (y otras más por supuesto), saben que están mal, saben que lo que hacen no es correcto ni aceptado por la sociedad, por eso se esconden, lo hacen intentando que nadie lo note. Aquí es donde podemos darnos cuenta, que los conceptos, se conocen, pero simplemente se hace ojos ciegos a estos, a veces sin pensar en las consecuencias que puedan causar. Es aquí, por ejemplo, donde se hace presente la “libertad” a la que Savater hace referencia. Todos nosotros, tenemos la libertad de elegir si hacer o no hacer algo, si decir o no decir tal o cual cosa, etc.
Personalmente, por ejemplo, y para ponerlo en un plano más realista a mi edad, si mi mamá me llama la atención por alguna u otra situación, y yo me ofusco, soy libre de decidir si contestarle atrevidamente, de no decir nada, de irme y esperar a que se calme la situación, etc. Y aquí es donde ingresa el concepto de elegir lo que es más conveniente y correcto en la situación específica, siempre primando el respeto por supuesto.
Capítulo II
Órdenes, costumbres y caprichos
Síntesis
Aunque la mayoría de las veces actuamos casi automáticamente, en este capítulo, se plantea que no siempre elegimos alguna u otra opción porque queramos hacerlo, sino porque a veces existen circunstancias o incidentes que se nos imponen o tan sólo pasan, sin tener en estos casos la oportunidad de poder elegir a nuestra total preferencia y gusto, sino por el contrario, debemos decidir entre 2 o más opciones que sentimos no son convenientes. Así, en estos casos tenemos que intentar velar por la opción más correcta, la que sea más beneficiosa o la que más queramos en tal o cual evento.
En segundo lugar, se mencionan los “motivos”, es decir, y citando al autor, la razón que tenemos o creemos tener para hacer algo. De este concepto se evidencian distintos tipos de motivaciones, las órdenes, las costumbres y los caprichos. Estas inclinan y condicionan nuestras acciones hacia una u otra dirección y a cada una podemos asignarles diferentes grados de importancia. Las dos primeras provienen desde afuera, se te imponen, sin embargo la tercera motivación viene desde dentro, eres libre de tenerlos, no hay nadie que te imponga un capricho.
Análisis
Es cierto que generalmente actuamos sin pensar que estamos haciendo, tomamos decisiones espontáneamente y sin darnos cuenta, no pensamos detenidamente cuando comemos si la cuchara debe introducirse en el plato y luego lentamente, y sin que caiga comida debe subir hasta llegar a nuestra boca, simplemente lo hacemos. Pero es cierto también que existen situaciones en las que uno se ve obligado a decidir algo, en las que se hace necesario pensar y reflexionar en una opción, sin que sea necesariamente alguna decisión que consideremos agradable o que sintamos que es conveniente, pero el momento te exige hacerlo, debes hacerlo, aunque no quieras.
Por otro lado, las motivaciones a las que hacía alusión el texto, las órdenes, las costumbres y los caprichos, guían nuestro comportamiento, nuestras acciones, nuestras conductas en el diario vivir. Llevando estos motivos hacía nuestro rol profesional podría decir que la rutina, las costumbres, a veces se apoderan de la consulta y/o terapia y aunque creo que los caprichos no debería primar en rehabilitación, a veces seguir tu instinto puede marcar la diferencia, siempre pensando en el bienestar del paciente.
Finalmente, creo que el ejemplo del barco que hace alusión a estas decisiones que no queremos tomar sino que tenemos que tomar y también a las motivaciones, reúne muy claramente los conceptos, nos ponen a pensar en una situación complicada, definitivamente no rutinaria, la que, metafóricamente nos hace pensar en algunas situaciones embrolladas en nuestra propia vida y en nuestra experiencia profesional, quizás no tan absolutamente trágicas, pero difíciles para cada persona en algún grado.




Capítulo III
Haz lo que quieras
Síntesis
Savater indica que en algunas ocasiones, más serias e importantes, las órdenes, las rutinas y los caprichos no son suficientes. Afirma que a veces hay que pensar más de una vez el porqué estás tomando tal o cual decisión, por qué estás aceptando esa orden, o por qué sigues esa rutina, etc. No sostiene que estas motivaciones tengan que ser siempre y absolutamente analizadas tan profundamente, pero sí que en algunas ocasiones estas no tienen porqué ser como son. Existen costumbres, órdenes o hasta algunos caprichos que nos embisten, que no son necesariamente lo más conveniente, lo más moral. Pero no siempre nos daremos cuenta a primeras sino que debemos analizar y pensar y preguntarse, por qué a veces estamos haciendo lo que hacemos.
Por otro lado y como un tema bastante particular, el autor hace alusión a la dicotomía de “bueno” y “malo”, de la cual, luego de varios ejemplos, se concluye que no podemos decir que un ser humano es completamente bueno o malo ya que no se sabe exactamente para lo que sirve, ni tampoco existe una única pauta o reglamento para ser buen humano.
Análisis
Debo decir que este capítulo, y lo que se expuso en él, me causó cierto interés, esto de que a veces hay que pensar más de una vez las decisiones, las acciones o las conductas en las cuales nos apoyamos, lo encontré más que una exposición de conceptos, un consejo de vida. Actuar espontáneamente, sin pensar lo que puede pasar, ni las consecuencias creo que es parte de la vida misma, y como parte de la juventud, creo que muchas de nuestras actitudes se basan en ser así, en no pensar lo que puede venir después, sin pensar en si lo que estamos haciendo o diciendo sea lo más conveniente en el momento. Sin embargo, y aunque creo que el ser espontáneo y auténtico es esencial en la vida, estoy de acuerdo con el autor en que en ocasiones, debemos pensar más de una vez las cosas, en si analizar las consecuencias y también lo que nos mueve a realizar ciertas acciones o a tomar tal o cual decisión.
Si lo ponemos en el plano profesional esto se plasma fielmente, diría yo, porque aunque sí creo y estoy convencida que no hay que ser un esclavo de la rutina, no hay que dejar pasar las formalidades, las costumbres que si son convenientes. Imaginémonos como fonoaudiólogos, sin tener alguna pauta para evaluar o no saber cómo usar algún otoscopio u otro instrumento, sería fatal, de hecho, no podríamos ser llamados fonoaudiólogos. Me pondré en un plano quizás un poco más trágico, si por ejemplo, llega un paciente, y se le debe realizar alguna prueba de deglución, pero no nos entregan su ficha médica. ¿Nos arriesgaremos por un “capricho”, se podría decir, a realizarle algún examen sin tener ese documento?, sabiendo que en él tenemos todos los datos, y el cual actúa como una guía para saber que hacer o no hacer con el paciente, ¿dejaremos de lado esa formalidad por querer por ejemplo hacer un examen apurados e irnos a casa? (a mi me suena como capricho).
Capítulo IV
Date la buena vida
Síntesis
En este, el capítulo IV, vuelve la frase “haz lo que quieras”, la que en el capítulo anterior no pudimos entender en su totalidad y que el presente capítulo sí la aborda de una manera más directa y personal. En primera instancia, nos intenta aclarar la diferencia entre “haz lo que quieras” y los caprichos. La primera se refiere a lo que de verdad queramos hacer y lo que en conclusión nos entregue una buena vida; y los caprichos, en cambio, expuestos en los capítulos anteriores, podría entenderse más con la frase “haz lo primero que te dé la gana”. Las que pueden entrar en conflicto, pero hay que saber priorizar y jerarquizar lo que queremos.
Haz lo que quieras se refiere principalmente a hacer lo que permita darte una buena vida, una buena vida humana. Esta buena vida humana se construye de la relación con otros. Es verdad que cada persona, cada humano, tiene su realidad natural, pero sin una realidad cultural, no existe humanidad, puede existir vida, pero no una vida humana y tampoco una buena. Se expone el ejemplo del lenguaje, el cual no es una función natural ni biológica del hombre, pero sí un creación o realidad cultural de la que no podemos estar exentos y la cual no podemos aprender solos, necesitamos aprenderla de otros, y también utilizarla con nuestros pares.
Análisis
Si alguien me dice “haz lo que quieras” a mi mente se vienen muchas que quiero hacer, quiero comer un panqueque, quiero ser feliz, quiero terminar mi carrera, quiero bañar a mi perro, que está bastante sucio, quiero estar con mis amigas, y así podría estar mucho tiempo diciendo las cosas que quiero hacer. Pero a partir de lo que dice el autor, debo jerarquizar, debo priorizar, debo saber qué es lo que realmente quiero, que es lo que me va  a entregar un buena vida humana, y qué es solamente un capricho por el momento , que quizás me haga sentir plena en un tiempo determinado, pero si este capricho trae consecuencias ante algún deseo que realmente quiero, ya no sería una buena opción, ni tampoco me daría esa buena vida que busco ¿comerme un panqueque será más importante que terminar mi carrera? , y como en el ejemplo que se nos entregaba en el libro del génesis de la biblia, ¿cambiaría o elegiría el panqueque ante mi carrera? por supuesto que no.
En relación a la humanidad, el ser humanos, relacionarnos con otros, compartir cultura, es esencial en la vida, es indispensable y nadie puede tener una vida humanamente normal o buena si se encuentra solo, aunque con muchas cosas materiales. Una persona solitaria que no tiene contacto con otros humanos, de qué manera podría aprender a hablar, como ejemplificaba el libro, o de qué manera podría tener valores, modelos a seguir, referencias de lo malo y lo bueno etc. No sería una vida humana.
Capítulo V
¡Despierta, baby!
Síntesis
Ya se sabe que lo que buscamos es tener una buena vida humana, pero según el autor, lo que no está claro es cómo llegamos a tener esta buena vida que queremos, en qué consiste. En este capítulo se nos deja bien claro la diferencia entre tener posesiones materiales, autos, casas, dinero; y por otro lado, tener personas, humanos a nuestro alrededor. Las cosas, se deben tratar y apreciar tan sólo como cosas, ya que lo que poseemos, nos posee. Las cosas no son personas, nos entregan satisfacción, cada uno en su modo, buscamos solamente sacar provecho de ellas, pero no nos entregan lo que nuestros pares humanos no pueden entregar: amor, afecto, amistad, respeto, etc. Nos humanizan, el tener contacto y relación con otros humanos hace que podamos tener una vida humana. Tratar a las personas como personas y no como a pertenencias materiales sabiendo y entendiendo lo que quieren y necesitan, hacen que esta relación sea recíproca y todo lo que yo entregue se devuelva de la manera que solo una persona puede entregar a otro humano.
Análisis
Las cosas si pueden ayudarnos mucho en nuestra vida, pero ¿es suficiente? ¿Nos hará completamente felices tener una gran casa, o mucho dinero? Debemos apreciar las cosas que tenemos, por el esfuerzo que se necesitó para obtenerlas y porque, sin dudas, nos entregan beneficios y nos facilitan aspectos de nuestra vida, pero eso es lo que son, cosas, no nos entregan la parte humana, social y afectiva que todos nosotros necesitamos para ser humanos, para tener una vida humana y mejor aún, una buena vida humana. Por otro lado a las personas las debemos tratar como tal, si las tratamos como objetos y solo sacamos provecho de las cosas que nos entregan, eso es lo que vamos a obtener nosotros mismos, vamos a obtener que seamos tratados tan solo como objetos y no podremos gozar de lo que sólo el humano puede entregar, algo que es fundamental y que nos convierte a nosotros mismos en humanos también, el respeto, el amor, la amistad, la fidelidad, etc. Son aspectos indispensables en nuestra vida, que sería de nosotros sin el respeto, sin una amistad real, no comprada ni por interés, el sentimiento, lo profundo, lo esencial que entre humanos nos entregamos es infinitamente más importante que el dinero o lo material.
Yo creo que podríamos extrapolar los conceptos antes vistos al tema de las derivaciones a otras especialidades, en nuestro rol como fonoaudiólogos, por ejemplo, si llega un paciente a nuestra consulta con alguna dificultad en la articulación de un fonema, y nosotros nos damos cuenta que tiene una disfunción postural corporal que indispensablemente debería ser tratada por un kinesiólogo, ¿nos llenaríamos los bolsillos con dinero de la familia del paciente,  aunque sabemos que no tendremos un avance significativo si el problema postural no se soluciona primero? Aquí se pone en juego la dicotomía de dinero y ética.
Capítulo VI
Aparece pepito grillo
Síntesis
En este capítulo se hace referencia en primera instancia a lo que Savater denomina como “imbéciles de la moral”, no utiliza el término imbécil como lo conocemos normalmente (alguien tonto, que no sabe muchas cosas, etc.), sino como alguien que necesita apoyarse principalmente en cosas ajenas, no en su libertad. Existen diferentes tipos y cada uno de nosotros tiene estos momentos de imbecilidad, algunos más que otros, sin duda. El autor expone que lo contrario a esta imbecilidad es la conciencia, la que cada uno de nosotros tiene a partir de cualidades innatas, aunque también influyen factores económicos y sociales, como también la atención y esfuerzo personal.
Por otro lado, Savater, se hace cargo de interpretar el término “egoísta”, pero de un punto de vista que se entienda como un egoísmo consecuente, una persona que sabe lo que se necesita para vivir bien y pone todo su esfuerzo para lograrlo. Al no actuar de acuerdo a la imbecilidad y no al egoísmo (en términos del autor), comete faltas en su actuar que se reflejan en remordimiento, el que sentimos hacia nosotros mismos cuando sabemos que obramos mal y estos provienen de nuestra libertad, cuando la hemos empleado de forma inadecuada, o sea que se oponga a lo que en realidad queremos como humanos.
Análisis
Tomando las palabras del autor, cuando empleamos nuestra libertad, y el fruto de esta decisión nos entrega algún beneficio, algún mérito o premio, atribuimos a ojos ciegos que fueron por nuestra propia decisión, producto del buen empleo de nuestra libertad, hacemos inmediatamente una atribución interna. Sin embargo, si tomamos alguna decisión basándonos en nuestra libertad, y esta resulta errónea o perjudicial, no lo atribuimos a que fue nuestra culpa, de hecho, lo que hacemos, es atribuirlo a algo externo, la circunstancia, un mandato, una tradición etc. Al emplear nuestra libertad de forma inadecuada, es decir, que la empleemos en sentido contrario a lo que de verdad queremos para vivir una buena vida es donde caemos en el remordimiento, producto de haber sido imbéciles moralmente.
Si integramos estos conceptos a nuestro rol profesional, podríamos llevarlo hasta la situación en que una terapia que aplicamos a un paciente, resulta de forma exitosa, sin dudas lo atribuiremos a nuestro profesionalismo, a nuestra habilidad. Sin embargo, en un mismo plano, si la terapia no da frutos, si el paciente no evoluciona, se atribuirá principalmente, a las circunstancias en que se dio la terapia, las condiciones del paciente, etc. Por eso debemos ser responsables y conscientes al momento de atribuir algún logro o derrota que tengamos, y emplear de forma adecuada nuestra libertad, y así junto con ella poder desarrollar todos los planos que sepamos que son beneficiosos para nosotros con el fin de tener una buena vida.
Capítulo VII
Ponte en su lugar
Síntesis
Este capítulo hace referencia principalmente a la relación entre los humanos, que es la especialidad de la ética. Por muchas diferencias que tengamos entre todos los seres humanos, y aunque no coincidamos en todas las opiniones, tenemos una esencial similitud, nuestra humanidad, todos somos hombres y debemos tratarnos como tal. porque es imprescindible para tener una vida humana. Debemos tratarnos con cuidado, ya que los hombres somos cosa valiosa.
Nuestros comportamientos y manera de vivir, principalmente la imitamos de nuestros pares. Generalmente nos tratan como sean tratados. Así a los que tratan a sus semejantes como enemigos, de forma hostil, es según el autor, porque sienten miedo o soledad, carecen de cosas necesarias o se ven tratados por sus pares sin amor y sin respeto. Si una persona se siente feliz, existen menos posibilidades que quiera ser malo. Por eso, debemos tratar a nuestros semejantes como humanos, porque nos entregan lo esencial, nuestra humanidad, y si no los trato como tal, me estoy perjudicando a mí mismo. El mensaje que nos entrega este capítulo es “ponte en el lugar del otro”. Lo que no quiere decir estar 100% de acuerdo siempre, sino tomarle en serio y entender su propia humanidad, y así comprender la propia.

Análisis
A veces nos resulta complicado ponernos en los zapatos del otro, interesarnos en su propia realidad y humanidad, porque todos tenemos distintas opiniones, intereses, maneras de ver y vivir la vida, pero sin esta acción, no podríamos ser considerados humanos, ya que este concepto sólo funciona cuando nos encontramos en contacto con nuestros pares. Siempre en nuestra vida, nos toparemos con personas, con imbecilidad moral, pero aunque nos parezcan a veces acciones o actitudes totalmente repugnantes, debemos recordar, que es un humano y que nos entrega lo esencial  para vivir una vida humana.
El dicho “no trates a los demás como no te gustaría que te tratasen”, se pone en juego en este capítulo, si tratamos al resto de los humanos, como enemigos, si los utilizamos, lo que recibiremos de vuelta será lo mismo, porque es lo que yo proyecto al resto.
Con respecto a ser fonoaudiólogo, o terapeuta en general, es indispensable pensar en el trato con el otro. Si tratamos a nuestros pacientes simplemente como un cliente, por el que recibimos un beneficio (el dinero), pero del que no nos preocupamos en realidad, no nos importan sus necesidades o intereses, lo que recibiremos de vuelta, será exactamente lo mismo, despreocupación, desapego e interés por cosas no esenciales en la vida.
Capítulo VIII
Tanto gusto
Síntesis
En este capítulo se hace referencia a los placeres de la vida. En primera instancia, el autor expone que la palabra “inmoralidad” la mayoría de las veces, las personas la asocian al sexo, un placer que nada de inmoral tiene, y que hace disfrutar, satisfacer y no dañar al propio cuerpo. Se explica también una de las cosas importantes referente al sexo: la procreación. Sin embargo el autor presenta la opinión de que para nosotros, los humanos, no es el único fin de la relación sexual, a diferencia de los animales. Las personas que ven algo malo en el sexo y en el disfrute de este, son los que precisamente dicen que con esto el hombre se animaliza, pero por el contrario, al disfrutar este placer hace al hombre más hombre y menos animal (ya que para estos el único fin es la reproducción).
Savater expone que los placeres son para disfrutarlos y para acercarnos siempre a la alegría, cuando estamos sintiendo placer con algo lo cual nos aleja de la alegría, la compromete, es que estamos en un límite más bien negativo del placer. Por lo que habla de usar los placeres, no hacernos esclavos de ellos, es decir, no abusar de estos.
Análisis
Coincido con el autor en el concepto de usar y no abusar de los placeres, usarlos sin caer en la esclavización a estos, sin que nos quite nuestra alegría o humanidad, no abusar. Y también por supuesto saber distinguir entre los placeres que nos causan satisfacción y placer a los que nos hacen daño y se vuelven peligrosos para nuestra propia vida.
En el día a día nos encontramos con grupos de personas, que aún ven el sexo como un tema tabú, un tema inmoral de presentar en películas, televisión o en la vida misma. Pero este placer produce satisfacción, goce y no daña, aunque si este se convierte en un placer que altera nuestra alegría y que nos hiere o que utilizamos para dañar a otros, ya no estaríamos hablando de un placer positivo, sino más bien destructivo.
La sociedad lleva a cabo la idea del miedo a los placeres, al ser demasiado satisfactorios, pueden hacer que el hombre caiga en  una total dependencia de esto, y así olvide todas las demás cosas de su vida, incluso su humanización. Si una persona se hace absolutamente dependiente de un placer, cualquiera que sea, ya no sería un disfrute sano sino más bien enfermizo y dañino. Por lo que hay que saber diferenciar y elegir los placeres que nos producen satisfacción y goce nosotros y con nuestros semejantes sin dañarnos ni dañar a otros.
Capítulo IX
Elecciones generales
Síntesis
En este capítulo se hace referencia a la política y su relación con la ética. En la política, democrática específicamente, los mandos elegidos por el pueblo, son personas que se presentan como gente corriente, con vicios, virtudes y defectos (exceptuando de este comentario al autoritarismo). Los políticos suele tener mala fama al ser caras visibles, que incurren en abusos, y en los cuáles confiamos mucho en un principio y luego por eso, nos desilusionamos.
La relación que expone Savater entre ética y política, es que la primera intenta elegir lo que más nos conviene para poder vivir lo mejor posible; y la segunda intenta organizar de la mejor forma la sociedad, con el fin de que cada uno pueda elegir lo que le conviene. Sin embargo, la ética no puede esperar a la política. Por muchos comentarios que existan que no se puede tener una buena vida con el sistema político actual, siempre habrá bien para quien lo quiera, y el mal también siempre estará al alcance, aquí entra la libertad.
Por último quien desee vivir la buena vida, deberá también desear un sistema social y político basado en la libertad, la justicia y asistencia. Existen exigencias en estos aspectos que ninguna persona que quiera vivir bien puede obviar.
Análisis
En la época actual, y progresivamente, la política y principalmente quienes la ejercen, se ha ido desprestigiando, por errores que se han cometido y al ser estos personajes públicamente conocidos y es sobre quien recae la responsabilidad, se deben hacer cargo de su mala fama.
Es cierto que no porque estemos en un descontento social y político no podremos vivir una vida lo mejor posible, no podemos depender de la política para buscar el bien, aunque si ayudaría mucho a facilitar las cosas una política donde se cumplieran todos los propósitos, se respetase la libertad, la dignidad de las personas, la justicia etc. Y no solo quedaran las propuestas en palabras de las que posteriormente nadie se hace cargo. Sin embargo debemos aprender a vivir con la política y organización social en la que vivimos y no amargarnos la vida por no estar de acuerdo con ello, no buscar el mal que siempre está al alcance de nuestras manos, sino intentar vivir lo más bien y humanamente posible. Y por supuesto en nuestra propia política, por así decirlo, en nuestros actos personales, llevar a cabo conceptos como el respeto a la dignidad, a la libertad, a la justicia, a la inclusión, etc. Y así sin dudas poder llevar una vida más plena, más alegre y siempre con el cuidado de no caer en la imbecilidad moral sino, tener la conciencia con respecto a nuestros actos para con nosotros y con nuestros semejantes.
Conclusión
En conclusión puedo decir que ya está más grabado en mi cabeza el propósito y estudio de la ética, cuáles son los principales y más importantes factores, y cómo se relaciona en nuestra vida misma. Las elecciones que tomamos día a día ya sea por órdenes, rutina o caprichos son las que, sin duda orientan y guían nuestra vida. Debemos darnos cuenta en que momentos es necesario ir más allá de estas motivaciones, para así tomar decisiones en circunstancias que son más serias e importantes y así poder cumplir el objetivo de la ética, el saber vivir bien. El vivir no es vivir bien, ni humanamente, si no nos rodeamos con nuestros semejantes, si no sentimos empatía y simpatía por ellos, si no nos ponemos en sus zapatos. Al estar conscientes de ello, se nos devuelve todo lo que hagamos a nuestros pares, por eso es debidamente necesario tratar a los humanos como humanos para así recibir el mismo trato y además tomar y entregar sólo lo que los seres humanos podemos entregar, lo que nos hace diferentes a las cosas, un beneficio fundamental: la humanidad, la que es estrictamente necesaria en el momento en el que decidimos que queremos vivir bien, y no sólo bien, sino que humanamente bien.
Por eso y finalmente, debo decir después de haber leído este libro: disfruta los placeres, sé parte del otro para que el otro sea parte tuya, discierne de lo que es conveniente y lo que no lo es para ti y para quienes te rodean, haz lo que quieras con tu vida, preocúpate de no hacerte ni hacer daño al prójimo, esfuérzate y tenle aprecio a las cosas, trata al humano como humano y recibe lo que este tiene para entregarte, no te ciegues a la moral, sé consciente de ella, y aunque te encuentres con personas con diferente pensamiento o cosmovisión, respétalos y trátalos como lo indispensable que son, lleva los placeres, acciones y actitudes hacia la alegría, utilizando tu libertad con responsabilidad y vive la buena vida sin remordimientos.