martes, 8 de mayo de 2012

Ética Para Amador, Análisis por Katherine Ellwanger






Análisis de “Ética para Amador”

Katherine Ellwanger Walbaum
Ramo: Ética Profesional
Profesores: Josephine Bratz y Marcelo Sandoval
Fecha: 8 de mayo de 2012








Introducción:
Muchas son las cosas en la vida que hacemos de manera automática, ya sea porque estamos acostumbrados, todo el mundo lo hace o no queremos darnos el tiempo de pensarlo detenidamente. Sin embargo, no nos damos cuenta de que esto a la larga, y otras veces antes que eso, impide que en los momentos de decisiones de real importancia, no tengamos las capacidades ni la ética formada para actuar de buena manera.
Creemos que las decisiones importantes son las que debemos dar en respuesta a preguntas como: ¿Qué voy a estudiar?, ¿Con quién me casaré?, ¿Dónde voy a vivir? Sin embargo, va mucho más allá de esto. ¿Qué sucede con la forma en la que decidimos responderles a nuestros papás ante una discusión? Claramente esto afectará mucho más que ese momento incómodo, o ¿Voy tomar un descanso o prefiero seguir estudiando con cansancio? Y cuando ya tenemos una carrera establecida, ¿Con qué actitud me presentaré ante mis colegas y mis pacientes?, ¿Intentaré ser el mejor a costa del resto?, ¿Haré sólo por lo que me pagan o me preocuparé un poco más? Todas estas decisiones que debemos tomar y que no parecen tan importantes a primera vista, marcarán en gran medida la manera en que nuestra vida se irá desarrollando. Sin embargo, debemos tener una base para actuar de tal o cual manera. No podemos andar por la vida decidiendo sin mayor reflexión ni justificación. Es por esto que ahora nos sumergiremos en ver de qué va la ética y meditaremos sobre sus implicancias en nuestra vida.





Capítulo 1
DE QUÉ VA LA ÉTICA
Síntesis:
Hay muchos conocimientos en la vida que no son indispensables para vivir, pero también hay otros que sí lo son, como es el conocimiento de lo que nos conviene y lo que no, siendo este uno que todos intentamos adquirir.
Hay cosas internacionalmente aceptadas como buenas y malas, pero hay veces en las que son más ambiguas, es decir, tienen un lado positivo y otro negativo y la decisión se torna más difícil. Esto sucede en gran medida en las relaciones humanas, donde las opiniones, en lo que a vivir se refiere, están lejos de ser unánimes. Por otro lado, nuestra cultura es determinante en cuanto a este conocimiento, ya que se nos inculcan sólo algunas costumbres, hábitos, comportamientos, etc. Sin embargo, los hombres tenemos libertad. No para elegir lo que nos pasa, pero sí de la forma en la que respondemos a eso. Y libertad para intentar lo que nos propongamos, sin necesariamente lograrlo, ya que hay hartas cosas que limitan nuestra libertad, porque hay muchas otras voluntades y necesidades que nosotros no controlamos. Aunque a veces es conveniente no aceptar nuestra libertad para no reconocer que optamos por lo más fácil.

Análisis:
Es interesante preguntarnos ¿podríamos vivir sin ética? Normalmente la respuesta será un rotundo “no”. A pesar de que no todos tenemos las mismas costumbres o valores, sí hay una base cultural e internacional que nos hace poder convivir bien. De todas formas, esto de la ética va más allá de hacer lo que el resto hace, porque aunque exista una idea general de lo que está bien y lo que está mal, en todas o la mayoría de las circunstancias encontraremos opiniones diferentes y no nos podemos dejar influenciar por cada una de ellas. Es precisamente a esto a lo que va la ética, porque ella nos otorga libertad y debemos saber usarla y aprovecharla bien. Tenemos libertad para elegir como actuar y responder a los distintos momentos y circunstancias que se nos presenten en la vida.
Muchas veces nos resultará más fácil dejarnos llevar por lo que el resto dice o por lo que el resto hace. Esto nos sucede muchas veces a los jóvenes, usándolo como medio de aceptación. Es una postura que podemos escoger con nuestra libertad, pero solemos usarla de escusa o como salida para no tomar nuestras propias decisiones. Tener esta libertad a veces nos incomoda, porque nos hace pensar y reflexionar sobre la forma en que queremos que se desenvuelva nuestra vida y aunque es lo que más nos conviene, sale más fácil que la formen por nosotros. Además, como hay cosas que limitan nuestra libertad (como la libertad de otros), tomar las buenas decisiones se torna aún más complicado. Las personas somos miedosas y no nos gusta, como dice el dicho popular, “ponernos los pantalones”.

Capítulo 2
ÓRDENES, COSTUMBRES Y CAPRICHOS
Síntesis:
Muchas veces sucede que lo que nos conviene no está claro y debemos preferir una cosa o la otra, especialmente cuando debemos escoger entre dos opciones que no hemos elegido, donde hay que optar por lo que creemos más conveniente.
Hay muchos momentos en la vida cotidiana donde actuamos automáticamente de manera instintiva, resultando lo más cómodo, ya que al pensar mucho las cosas solemos paralizarnos. Sin embargo, nos comportamos de cierta forma por motivos, que son las razones por las que hacemos o no algo. Estos pueden ser por órdenes que es cuando te mandan a hacer algo y uno cumple por miedo, afecto o confianza de que es por nuestro bien. Costumbres, al hacer el mismo gesto por comodidad o presión porque el resto lo hace. Caprichos, donde hay ausencia de motivo y sólo ganas de hacerlo. Y funcionales, donde se actúa como medio para conseguir algo. De estos, no todos tienen el mismo peso en cada circunstancia, ya que, por ejemplo, las costumbres sirven para lo corriente, pero cuando las cosas son más serías, hay que inventar y ser más racional, dejando también los caprichos de lado.

Análisis:
Nosotros no escogemos las circunstancias que se nos presentan para vivir, por lo que muchas veces nos encontraremos en situaciones donde la decisión no es un simple “sí” o un simple “no”. Es por esto que le buscamos motivos a nuestras decisiones, para lograr ordenarnos un poco y hacer que esto que muchas veces resulta tan disyuntivo, sea más fácil de solucionar. Dentro de estos motivos: órdenes, costumbres, caprichos y funcionales, ninguno hace que tomar la decisión sea muy difícil, porque no nos hacen pensar o reflexionar realmente.
Muchas veces sucede que cuando pensamos mucho las cosas antes de actuar, son tantas las variables a favor o en contra de una decisión, que terminamos paralizándonos, por lo que sale mucho más fácil seguir una orden, una costumbre o un capricho. Normalmente si hacemos esto, no estará mal, porque  por ejemplo, si seguimos órdenes de alguien, es porque confiamos en esa persona y lo que nos ordena nos conviene. El problema es cuando nos segamos en eso y no reflexionamos en que si realmente nos conviene seguir tal orden o continuar con tal costumbre que tenemos tan arraigada. Lamentablemente, esto es precisamente lo que muchas veces hacemos. Y el problema es mayor cuando estos motivos parecen ser insatisfactorios, ya que la situación es más seria y fuera de lo común, que amerita más nuestra propia cosecha, balanza y reflexión. Esto se aplica en gran medida al ámbito laboral, ya que una orden o una costumbre, no siempre será la que al paciente o al cliente le conviene realmente.
Capítulo 3
HAZ LO QUE QUIERAS
Síntesis:
Cuando se nos presentan situaciones realmente serias en las que debemos decidir, las motivaciones corrientes ya no bastan, sino que debemos actuar con la libertad que tenemos, dándonos cuenta de qué estamos realmente decidiendo, donde es necesario pensar las cosas dos veces. Primero buscamos el motivo y segundo, la razón por la que seguiríamos ese motivo, ya que nunca una acción es buena sólo por ser una orden, una costumbre o un capricho, sino que debemos examinarlo más a fondo. Esto sólo puede ser hecho por nosotros mismos, ya que nadie elegirá por nosotros. Tenemos que inventar nuestra propia vida y no la que han inventado para nosotros, aunque siempre habrá cosas que se nos imponen.
La moral son las costumbres que solemos aceptar como válidas y la ética es la reflexión que hacemos de el por qué los aceptamos así. Sin embargo, esto es ambiguo, ya que al determinar si alguien o algo es bueno o malo, las opiniones varían mucho, principalmente porque no sabemos para qué sirven los seres humanos. Necesitamos ver circunstancias e intensiones. Aunque al final, cada uno debe hacer lo que quiera, que es el lema de la ética.

Análisis:
Al decidir en situaciones realmente serias, es donde debemos verdaderamente aplicar la ética, porque seguir normas y costumbres es fácil cuando las decisiones son las cotidianas, pero para construir nuestra propia vida, eso no basta.
Como mencionamos anteriormente, pensar mucho las cosas antes de tomar una decisión, la mayoría de las veces nos paraliza, pero cuando hablamos de circunstancias serias, pensar las cosas dos veces o más, es absolutamente necesario. Aquí es cundo debemos hacer real uso de la libertad que tenemos, ya que no podemos vivir a costa de lo que la gente quiere para nosotros, pero personalmente creo que esa es una gran falencia que tenemos los chilenos. Somos mimados hasta ya muy grandes y nos independizamos física y monetariamente a gran edad también, lo que conlleva, además, a poca autonomía en las decisiones, lo que se ve muy reflejado en cómo llevamos la vida laboral, preocupándonos de hacerlo bien y ponerle un sello personal a lo que decidimos y hacemos o si sólo nos dejamos estar y nos preocupamos de seguir órdenes.
Es importante la influencia cultural en cuanto a la formación de la moral desde niños, pero es necesario aplicar a ella la ética y cuestionarnos por qué la aceptamos como tal e internalizamos como propia, ya que al final es esto lo que nos llevará a decidir en las situaciones complejas que la vida nos presenta.
Además, es difícil basarse en las opiniones de la gente, porque son todas muy diferentes. Es por todo esto que la ética dice: cada uno debe hacer lo que quiera.
Capítulo 4
DATE LA BUENA VIDA
Síntesis:
Debemos plantearnos sobre el uso que le daremos a nuestra libertad, porque este lema de la ética de “haz lo que quieras” nos muestra que no tenemos opción más que ser libres y preguntarnos a nosotros mismos qué es lo que haremos con nuestra vida, ya que no se trata de pasar el tiempo, sino de vivirlo. Aunque es importante no confundir este “haz lo que quieras” con los caprichos, ya que no se refiere a hacer lo primero que se nos viene a la cabeza.
Cuando se nos plantea esto de hacer lo que queramos, lo primero que hacemos es pensar con detenimiento en qué es lo que queremos, apareciendo muchas veces deseos contradictorios, aunque en el fondo, nuestro mayor deseo es “darnos la buena vida”, pero una buena vida humana que consiste principalmente en tener buena vida entre seres humanos. Esta se da por una cultura que heredamos y aprendemos de otros hombres y al demostrar que nos reconocemos como humanos con el respeto y al dar miramientos humanizadores hacia otros. Esto debe ser algo recíproco, por lo que para tener buena vida debemos dar la buena vida primero.
Análisis:
Tener que “hacer lo que queramos” suena muy tentador, pero no es tan fácil como parece, sino que es más bien una responsabilidad. Aquí es donde debemos usar nuestra libertad, porque no tenemos más opción que esa, pero debemos intentar hacerlo de la mejor manera.
Pensar en actuar con nuestra libertad para “darnos la buena vida” suena muy lógico y como son nuestros propios intereses parece ser algo fácil de definir, sin embargo no lo es. La sociedad tiene muchas teorías de qué es lo que la buena vida es y esto influye en nuestra percepción de ella. Es por esto que debemos tener cuidado y reflexionar en aquello, ya que vivimos en una sociedad materialista, pero ¿tener muchos bienes es realmente lo que nos llevará a la buna vida? ¿Y a costo de qué? Es ahí donde nos encontramos con hartas cosas que deseamos, pero que muchas veces se contraponen, por lo tanto, es importante enfocarnos en que la buena vida sólo podremos encontrarla cuando es entre seres humanos en un ambiente de humanización y respeto. En lo social y principalmente en lo laboral, somos tentados a deshumanizar al resto o pasarlos a llevar por querer llegar a tener esta “buena vida”, sin darnos cuenta que en ese mismo acto, la estamos estropeando. Además, es muy importante el hecho de que tal humanización es recíproca y para recibirla, debemos darla primero, porque nadie nos tratará con la dignidad y cuidado que las personas merecen si no tratamos así también al resto. Hay que tener presente que se cosecha lo que se siembra.
Capítulo 5
¡DESPIERTA, BABY!
Síntesis:
Sabemos que queremos “la buena vida”, pero no sabemos bien en qué consiste esta. Hay muchas cosas que queremos, pero que son simples y se preocupan de un solo aspecto, no de la perspectiva total, por lo tanto desear la buena vida es algo complejo. Es fácil contentarse y arraigarse con cosas materiales, pero hay que tener cuidado porque si nos aferramos a eso, ellas nos poseen a nosotros también. Muchas veces nos preocupamos de eso dejando de lado las relaciones. Lo complejo es que las personas no son cosas, por lo que no pueden ser tratadas como tales y las cosas tampoco son personas como para darnos la satisfacción que ellas dan. Hay cierta complicidad que sólo nos pueden dar otras personas, ya que los humanos somos los que nos humanizamos unos a otros. Si nosotros no consideramos al resto como cosas, tampoco seremos considerados como tales.
Por otro lado, no podemos vivir tratando de satisfacer al resto ni viviendo con lo que hemos oído decir que es bueno.  La ética busca descubrir lo que hay en el fondo, más allá de lo que dicen. Es importante la atención, en buscar, cada cual, lo mejor posible el sentido de la buena vida que queremos vivir.
Análisis:
Muchas veces creemos fielmente en que mientras más bienes poseemos, más poder tenemos y que con mayor facilidad llegaremos a la buena vida que queremos, pero llega un punto crítico donde nos damos cuenta de que más que darnos poder, nos lo quita, porque nos posee y nos aleja de lo realmente importante: las relaciones con otras personas.
Ningún objeto, por muchas funciones que pueda tener, logrará darnos la satisfacción que entre humanos podemos darnos, porque sólo entre personas podremos sentirnos valiosos, únicos y especiales. Además que no estamos hechos para vivir solos ni tampoco para vivir rodeados, pero de indiferencia. Las relaciones son algo que debemos cuidar y cultivar, porque no se formarán solas. Como mencionamos anteriormente, debemos nosotros ser los primeros en humanizar al resto para ser humanizados de vuelta. Sin embargo, es importante también cuidar de no irse al extremo de sólo preocuparse de agradar al resto, porque personalmente creo que es muy fácil llegar a eso, ya que si tenemos al resto satisfecho con nuestro actuar externo, seremos queridos por ellos, sin embargo no estaríamos siendo completamente libres en cuanto a lo que consideramos ético para nuestra propia vida, porque estaremos preocupándonos de comportarnos de acuerdo a la ética de nuestros vecinos y no de la que podamos construir como propia. Debemos buscar más allá de lo que el resto quiere o dice.
Capítulo 6
APARECE PEPITO GRILLO
Síntesis:
Hay muchos “imbéciles morales”, quienes no hacen reflexiones propias y se apoyan en cosas de fuera sin hacer uso de su libertad. Creen no querer nada, quererlo todo, no saber que quieren, saben pero no hacen nada al respecto o quieren con fuerza algo irreal. Lamentablemente casi todos tenemos un poco de esto, fastidiándonos a nosotros mismos sin poder vivir la buena vida.
Lo contrario a esto es tener conciencia, que se construye tanto de cosas innatas como de requisitos sociales y económicos. Esta consiste en que no todo nos puede dar igual, fiarnos en que lo que hacemos lo queremos realmente o no, practicar un buen gusto moral y a no disimular nuestra libertad. Esta nos sirve para decidir, pero también nos debe hacer responsables de lo que hemos hecho bien y lo que hemos hecho mal. Muchas veces sentimos remordimiento por la responsabilidad de no haber escogido algo bien, pero debemos ser capaces de enmendar lo malo y aprovechar lo bueno. No podemos excusarnos con que existen cosas irresistibles. Somos responsables de saber que nuestros actos nos construyen y nos forman.  Debemos obrar bien para que nos cueste obrar mal.
Análisis:
Responsabilidad es la parte más difícil de este asunto de la libertad. Nos gusta mucho poder elegir libremente y hacer lo que queramos, hasta que nos encontramos con esto. Ser libres de actuar nos hace necesariamente responsables de las consecuencias que esa acción traiga. Si el resultado es bueno, sentimos incluso orgullosos de la decisión que tomamos, pero cuando nos equivocamos, delegamos responsabilidad o lo justificamos con cualquier cosa.
Debemos hacernos conscientes de esta responsabilidad y así incluso podremos tomar mejores decisiones, porque hará que no nos tomemos esto a la ligera y de pensar realmente en qué es lo que queremos y el porqué de eso.
Es fácil justificarse con que lo realizado ha sido porque la tentación era muy grande o irresistible, pero eso es sólo una gran muestra de lo poco responsables que nos hacemos de nuestras decisiones. Debemos ser capaces de reconocer las consecuencias de nuestras elecciones como propias y aprovechar los buenos resultados, pero también tomar la responsabilidad por los malos y hacer algo al respecto si es necesario. Como futuros profesionales de la salud, debemos tener esto muy presente, porque cada decisión que nosotros tomemos traerá gran satisfacción al paciente o un serio problema del que debemos tomar responsabilidad. Las decisiones las tomamos por una razón, que en teoría debemos haberla reflexionado bien. Es por esto que es tan importante ser consecuentes y acatar sea cual sea la consecuencia de eso.


Capítulo 7
PONTE EN SU LUGAR
Síntesis:
Es fácil tomar decisiones cuando ellas no involucran a otras personas, pero cuando sí sucede, la cosa ya no es tan sencilla ya que hay otras necesidades involucradas. Y esto es lo que a la ética le interesa: cómo vivir bien con la humanidad. Esto sucede cuando hay criterios que justifican lo que es aceptable y lo que no. Aunque sean como sean las personas, siempre nos van a convenir, ya que su humanidad coincide con la nuestra y la refuerzan. Entre humanos tenemos una gran capacidad de imitación, que nos lleva a civilizarnos y a tener una cultura. Por eso también, debemos cuidar el ejemplo que damos, para poder cosechar lo que sembramos. Debemos querernos a nosotros mismos para ser capaces de querer a los demás y al perjudicar a alguien, en realidad somos nosotros mismos los primeros perjudicados.
Humanizar a las personas consiste en intentar ponernos en su lugar. Es tomar en cuenta sus derechos, comprender sus razones y tomarle tan en serio como a ti mismo. No darle siempre la razón, pero relativizar nuestro interés. Quien vive bien debe preocuparse de la compasión justa.
Análisis:
La ética se interesa por que vivamos bien con la comunidad, pero es esta misma esencia la que lo hace difícil, porque ya no basta con formar nuestra propia ética, sino de que esta no pase a llevar la libertad de los otros. Ya no son sólo nuestros intereses y necesidades los involucrados. Sin embargo, por estar inmersos en una cultura y por nuestra capacidad innata de imitar, hay cosas que están justificadas como aceptables o no, haciendo que la convivencia resulte un poco más fácil.  De todas formas, por muy difícil que esta tarea parezca, estar entre humanos es lo que más nos conviene.
Somos humanos y nuestra naturaleza es buscar nuestro bien, nuestra comodidad y buena vida, pero éticamente estamos llamados a ponernos en el lugar de los otros y es precisamente esto lo que tanto hemos hablado de humanizarnos. Es una tarea difícil, porque creemos tener siempre la razón, por lo que tomar en serio a otros resulta muchas veces complicado. Existen, además, dos extremos en los que es fácil caer: dar siempre la razón o ni siquiera tomarla en cuenta. Claro está, que debemos buscar su centro. Debemos tomarnos a le gente en serio y no fingir que nos importan. Todos queremos ser aceptados, escuchados y valorados, por lo tanto debemos comenzar nosotros haciendo lo mismo con el resto. De esta manera podremos vivir el arte de la ética como corresponde. Tomar en cuenta la ética del resto, nos hará crecer en la propia. Es un gran desafío que como profesionales tenemos: tomar buenas decisiones poniéndonos en el lugar del otro.
Capítulo 8
TANTO GUSTO
Síntesis:
Cuando se habla de inmoralidad, casi siempre es algo referido al sexo. Esto sucede porque la relación sexual forma vínculos muy poderosos e involucra el placer. El sexo no es sólo para cumplir funciones procreadoras para los humanos, sino que le hemos añadido, con nuestra libertad, símbolos y refinamientos. El problema es que se le tiene miedo al placer, tal vez porque nos gusta demasiado y nos puede llegar a distraer más de la cuenta. Aquí nos encontramos con los puritanos, que se dedican a no dejar que otros disfruten, ya que creen que es necesario pasarlo mal para vivir bien, pero este pensamiento es muy opuesto a la ética. No debemos esperar tener hoy todos los placeres, pero si buscar todos los placeres de hoy, ya que hay que saber disfrutar con lo que nos rodea.
Uso del placer es cuando enriquece la vida para que esta te guste cada vez más, pero abuso es cuando la empobrece, porque ya no nos preocupa ella, sino que ese placer en si. No debe ser un mecanismo para escapar de la vida, sino para enriquecerla. De esto, lo máximo que podemos desear y obtener es alegría.
No debemos tener una abstinencia radical, sino que templanza con el disfrute.
Análisis:
Es curioso este término empleado: templanza, porque es una virtud de la que nos preocupamos poco. En un mundo con muchas buenas y malas noticias, solemos tener altos y bajos, arruinando muchas veces la alegría y armonía de la vida. Dejando el goce que los placeres producen por una “mala cara” del momento.
Está claro que los placeres nos producen un disfrute. Es incluso casi una redundancia decirlo así, pero a la vez son algo delicado que tenemos que saber como manejar. Es por esto mismo que el término de inmoralidad es empleado en gran medida por el sexo, ya que es conocido como el mayor placer del hombre y por lo mismo uno de los más mal usados y abusados. Así es como podemos llegar a tenerle miedo a los placeres y tener ciertos prejuicios hacia ellos, porque cuando no les damos un buen uso y perdemos el control, la vida misma pierde gran parte de su disfrute, siendo el placer nuestro único objetivo. Sin embargo, es necesario que sepamos darle un buen uso a los placeres, ya que existen para ser aprovechados y para darle alegría a nuestra vida, porque hay una abstinencia radical a la que algunos se dedican, que sólo produce más deseo por los placeres, que llegarán a ser irresistibles y rápidamente se encontrarán fuera de control. Por lo tanto, debemos aprovechar estos placeres y enriquecer la vida con ellos, sacándole el mayor provecho a lo que nos rodea. Y como profesionales en salud, nos enfrentaremos a pacientes cansados, atareados y frustrados, por lo que debemos ser capaces de incentivar su disfrute, goce y templanza también.
Capítulo 9
ELECCIONES GENERALES
Síntesis:
Colectivamente hay prejuicios contra los políticos. Hay algo en ellos que no nos gusta, pero debemos tener cuidado porque no es nuestra obligación estar preocupados de la moral de otros, sino que de la propia, porque todos estamos hechos amorosamente diferentes. De todas formas, ¿por qué es que llegan a tener esta mala fama? Muchas veces sucede que prometen más de lo que saben que lograrán cumplir, además que se encuentran en una posición visible donde sus errores se hacen notar. Por mucho que esto nos disguste, éticamente no nos podemos desligar de la política, ya que esta intenta organizar lo mejor posible la convivencia social y la ética es el arte de vivir bien y elegir lo que más nos conviene. Sin embargo, hay una gran diferencia y es que la ética es querer bien y la política ve los resultados. Muchas veces nos justificamos con no involucrarnos o vivir bien por “la época” que nos tocó vivir, pero en la historia podemos ver que en toda época hay personas capaces de hacerlo. Sea cual sea la circunstancia, siempre seremos nosotros los responsables de nuestros propios actos. Buena política debería cuidar la libertad, la justicia y la asistencia, desechando el racismo.
Análisis:
Aunque éticamente no nos corresponde, somos muy buenos para criticar y mirar los errores que otros comenten, y en este pasatiempo, los políticos se encuentran como número uno. Sin embargo, si la ética nos interesa, no tenemos más opción que involucrarnos con la política también por la relación que estas dos áreas tienen. Aunque sea tarea de la política el preocuparse de la convivencia social, eso no significa que nosotros nos desligaremos de ello, ni que nuestros fracasos en esa área se la entreguemos como responsabilidad. Sin importar las circunstancias en las que políticamente nos encontremos, ya sea a nivel nacional o un conflicto puntual y local con las autoridades, es siempre nuestra responsabilidad responder ante las consecuencias de los actos que con nuestra libertad hayamos ejecutado.
En el otro caso, de que la política si nos interese realmente por el sólo hecho de ser ella y no por la relación que tiene con la ética, es importante no basarse sólo en ella para formar nuestra ética, porque no son lo mismo. No podemos empeñarnos sólo en los resultados de las cosas que hacemos y vivimos, como es el caso de la política, sino preocuparnos de nuestra ética en sí, es decir, querer el bien y en todo el proceso, no solamente en el resultado de ello. Esto último es algo que debemos tener presente en todos los ámbitos de nuestra vida, porque siempre deseamos un buen resultado, pero no tomamos en cuenta los costos del proceso y como ya sabemos, debemos hacernos cargo de esa responsabilidad.


Conclusión:
Como nos hemos podido dar cuenta, tomar decisiones y formar nuestra ética no es algo tan simple. Hay muchos factores sociales y circunstanciales que querrán determinar en gran medida nuestras acciones, pero a final de cuentas, debemos tener claro que nadie vivirá esta vida por nosotros, por lo que debemos ir tomando nuestras propias decisiones para ir formándola y para hacer esto de la mejor manera, tenemos que preocuparnos de nuestra ética.
Hacer nuestra vida placentera es comenzar por hacerla placentera para otros. Es importante que seamos congruentes con nuestra ética en todas las áreas de nuestra vida, porque en cada una estaremos tomando decisiones que involucran a otras personas tanto directa como indirectamente y somos responsables por eso. Tenemos libertad, pero recordemos que el resto también la tiene y como nuestra vida se vive en relaciones, debemos preocuparnos de llevar nuestra libertad hasta donde nos encontremos con la del otro y para esto es necesario ponernos en su lugar.
Hay áreas de la vida que ya creemos tener resueltas y donde se nos es fácil decidir, pero hay otras que no. Propongámonos reflexionar sobre nuestra ética ahí y trabajar en ella. No seamos cómodos. Somos responsables en todas las cosas que hacemos, por lo que mientras más formada tengamos nuestra ética, menores problemas tendremos con nuestros procesos y resultados. Debemos ser buenos amigos, familiares, personas y profesionales.

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