viernes, 22 de junio de 2012

Análisis Caso Clínico Katherine Ellwanger


Análisis Ético de Caso Clínico

Por Katherine Ellwanger 

Introducción
Como profesionales de la salud, muchas veces tendremos que tomar decisiones en cuanto a tratamientos, derivaciones, indicaciones, ente otros, siendo estos casos, muchas veces, más complicados que simplemente seguir un conducto regular.
Es por esto, que es muy necesario conocer la legislación que rige el ejercicio profesional del fonoaudiólogo. Además, saber sobre los derechos y deberes de los pacientes, como también enfocarnos en la correcta relación terapéutica.
En el presente trabajo, será presentado un caso clínico que será llevado a discusión en cuanto a lo recientemente planteado, además de analizar la relevancia de los aspectos éticos de la atención de un profesional fonoaudiólogo con las implicancias que estos conllevan.


Marco Referencial

Definición del problema:
Otitis a repetición con supuración consiste en una inflamación en la que es posible encontrar gérmenes patógenos, pero sin dar síntomas de infección aguda. Se caracteriza por la presencia de un derrame intratimpánico de líquido mucoso o seroso que persiste en el tiempo.
Epidemiología:
Esta patología es la mayor causa de hipoacusias en la población pediátrica y siendo muy frecuente en este grupo etario. Antes de los dos años, 91,1% de los pacientes lo ha presentado por lo menos una vez; entre los 2 y los 5, un 66% y entre los 5 y los 12, un 22%.
Fisiopatología:
La principal causa es la disfunción de la tuba auditiva, cuya función es principalmente ventilación, protección y limpieza del oído medio. La falla de esta sería principalmente por una obstrucción.
Factores de riesgos biológicos, sociológicos y socioculturales:
La Otitis media con efusión produce principalmente hipoacusia, lo que, en edades de adquisición del lenguaje, afectará de manera notoria, influyendo grandemente en cuanto a la socialización y desarrollo del individuo. Probablemente tendrá problemas de inclusión y aprendizaje, ya que su comunicación será defectuosa.
Signos y síntomas:
Clínicamente se presenta de forma asintomática como también con sensación de oído tapado e hipoacusia. Puede presentar una leve otalgia, pero que desaparece rápidamente. El tímpano, a la otoscopia, presenta pocos cambios, aunque puede percibirse aumento de la vascularización y derrame intratimpánico o burbujas bajo la membrana.

Intervención y Tratamiento:
Gran parte de las veces en que esta patología se presenta, ocurre una resolución espontánea, sin necesidad de cirugía o medicamentos, sino que basta con controles periódicos e indicaciones de prevención como evitar entrada de agua y mantener buena higiene y ventilación. Sin embargo, en presencia de hipoacusia, alteraciones de lenguaje o cognitivas, alteraciones estructurales, entre otras, podrían sí necesitar la intervención quirúrgica.


Anamnesis:

Análisis del caso
“Consuelo de 6 años y 1 mes de edad, hija única, escolar que asiste a primero básico sufre de otitis a repetición con supuración en promedio una vez al año recibiendo tratamiento farmacológico es derivado de colegio municipal a su escuela de lenguaje por “hablar mal y confundir las letras”. Con estos datos se realiza examen de habla y lenguaje.
Se evidencia presencia de procesos fonológicos de simplificación, e inconsistencias articulatorias en los fonemas, / l /, / r/, / rr /, / g /, /d/. Se evidencia área semántica y morfosintáctica con bajos puntajes en las pruebas, respecto a su edad cronológica. Se le diagnostica con Trastorno del lenguaje y debe ingresar al curso pre-básico especifico, tres veces a la semana para tratamiento articulatorio y de lenguaje.
Además como se evidenció bajo rendimiento lingüístico, en las pruebas se sospecha algún grado de Déficit Intelectual y se deriva para evaluación psicológica y pedagógica. La madre presenta buena disposición para trabajar con ella, pero sale preocupada con sus indicaciones.”
Valoración ética de la situación:
Consuelo presenta otitis media con efusión por lo menos una vez al año, lo que provoca hipoacusia. Sin embargo, esta no ha sido tomada en cuenta, ya que solamente se le ha dado tratamiento farmacológico y se ha decidido derivar a una escuela de lenguaje para tratar su Trastorno del lenguaje.
En el Artículo 5 del Código ético del Colegio de fonoaudiólogos dice: c) Deberá someter a sus pacientes a métodos de diagnóstico o tratamiento suficientemente experimentados.
Como hemos notado, esto no se ha empleado de la mejor manera, ya que no se le han hecho los exámenes pertinentes en cuando a su deficiencia en audición.
Podemos, además, ver una falencia en cuanto a lo que bioética respecta, ya que al combinar el conocimiento biológico con los valores humanos de respeto y justicia, nos debería llevar a actuar de acuerdo al hábito de la virtud, que consta de una disposición a tomar decisiones rectas y convenientes para un fin último de buena vida y no como un medio.
Acá nos encontramos con que el real conocimiento biológico de la patología, la integridad del diagnóstico y la derivación dada, ha dejado de lado buscar un real fin que es el solucionar el problema del paciente desde raíz haciendo los exámenes adecuados, sino que se ha derivado para solucionar simplemente lo “visible” que sería el Trastorno del Lenguaje que se le ha diagnosticado, que probablemente sea un déficit en esta área sólo porque la audición no le permite desarrollarla de mejor manera.
Hubo irresponsabilidad y poca empatía en cuanto a investigación, exámenes a realizar y soluciones a su patología. Derivar podrá resultar más fácil, pero no éticamente correcto.
Propuesta de intervención considerando los aspectos éticos implicados:
Conociendo la patología y las condiciones de desarrollo de Consuelo, la primera intervención, debería ser la implementación de un examen audiométrico para así, con este descartar o corroborar una hipoacusia, pero como ya hemos mencionado, por la presencia de la otitis media con efusión reiterativa, lo más probable es que la presente y que sea la causante de todos los problemas de desarrollo del lenguaje.
Éticamente, su caso no ha sido tratado de la mejor manera, ya que, como dice el Artículo 5 del Código Ético del Colegio de Fonoaudiólogos, se debe someter al paciente a métodos de diagnóstico y tratamiento suficientemente experimentados. De esta forma, se evitaría asustar a la familia dando el diagnóstico de Trastorno del lenguaje, siendo que lo que lo gatilla es una disminución en la audición, no estar escuchando bien letras y palabras, dificultando su desarrollo y comprensión.
Luego de ser diagnosticada la hipoacusia, se podría solucionar con un audífono o una cirugía si es necesario para mejorar su audición, solucionando con esto el déficit en desarrollo de lenguaje, la articulación y comprensión de este.
Por otro lado, una buena información a la familia también es necesaria. La madre se muestra dispuesta a cooperar, pero también se encuentra preocupada por las indicaciones. Es importante mostrarse empático y comprensivo, como también explicarle bien qué es lo que el paciente presenta y sus opciones de tratamiento.
Conclusión
Al enfrentarse a la realidad de los diferentes casos que nos pueden llegar a la clínica y consulta, es cuando el ser profesional toma peso realmente. Ahí es cuando se pone en práctica toda nuestra ética e ideales de de nuestro ser como profesionales de salud y educación.
Hay veces donde las legislaciones que nos rigen pueden no parecernos las más apropiadas para casos en particular o ejercer todos los derechos del paciente hace nuestro trabajo más difícil, como sería, por ejemplo, al tener que entregar información delicada sobre un diagnóstico. Es por esto que es de vital importancia conocer los deberes y derechos de nosotros como profesionales y de nuestros pacientes, para cuando llegado el momento de tomar decisiones, estemos más preparados e informados.
Ser profesional es más que diagnosticar y tratar. Es empatizar, comprender, ser justo y preocuparse sinceramente por el bienestar del otro. Buscar un fin en conjunto con el paciente y no solamente deshacerse del problema o la patología que se nos presenta con los procedimientos que conocemos mecánicamente. Cada paciente tiene su historia, por lo que cada uno debe ser tratado de manera especial según las necesidades de su contexto.
Debemos, además, tener clara nuestra ética. Siempre habrá situaciones que nos lleven al borde de ella contraponiendo ciertos puntos y no podremos tomar decisiones irresponsables o simplemente derivar la consulta. Es nuestra responsabilidad saber qué hacer con cada paciente y según el Código Ético del Colegio de Fonoaudiólogos, estamos en la obligación de atender al paciente que no tenga quien más lo haga, por lo que debemos estar preparados para enfrentar todo tipo de situaciones y decisiones, sabiendo que estas afectarán todo el curso de tratamiento y/o recuperación del paciente.



No hay comentarios:

Publicar un comentario