Análisis Ético
de Caso Clínico
Por Katherine Ellwanger
Introducción
Como
profesionales de la salud, muchas veces tendremos que tomar decisiones en
cuanto a tratamientos, derivaciones, indicaciones, ente otros, siendo estos
casos, muchas veces, más complicados que simplemente seguir un conducto
regular.
Es
por esto, que es muy necesario conocer la legislación que rige el ejercicio
profesional del fonoaudiólogo. Además, saber sobre los derechos y deberes de
los pacientes, como también enfocarnos en la correcta relación terapéutica.
En
el presente trabajo, será presentado un caso clínico que será llevado a
discusión en cuanto a lo recientemente planteado, además de analizar la
relevancia de los aspectos éticos de la atención de un profesional
fonoaudiólogo con las implicancias que estos conllevan.
Marco
Referencial
Otitis
a repetición con supuración consiste en una inflamación en la que es posible
encontrar gérmenes patógenos, pero sin dar síntomas de infección aguda. Se
caracteriza por la presencia de un derrame intratimpánico de líquido mucoso o
seroso que persiste en el tiempo.
Epidemiología:
Esta
patología es la mayor causa de hipoacusias en la población pediátrica y siendo
muy frecuente en este grupo etario. Antes de los dos años, 91,1% de los
pacientes lo ha presentado por lo menos una vez; entre los 2 y los 5, un 66% y
entre los 5 y los 12, un 22%.
Fisiopatología:
La
principal causa es la disfunción de la tuba auditiva, cuya función es
principalmente ventilación, protección y limpieza del oído medio. La falla de
esta sería principalmente por una obstrucción.
Factores de riesgos biológicos,
sociológicos y socioculturales:
La
Otitis media con efusión produce principalmente hipoacusia, lo que, en edades
de adquisición del lenguaje, afectará de manera notoria, influyendo grandemente
en cuanto a la socialización y desarrollo del individuo. Probablemente tendrá
problemas de inclusión y aprendizaje, ya que su comunicación será defectuosa.
Signos y síntomas:
Clínicamente
se presenta de forma asintomática como también con sensación de oído tapado e
hipoacusia. Puede presentar una leve otalgia, pero que desaparece rápidamente.
El tímpano, a la otoscopia, presenta pocos cambios, aunque puede percibirse
aumento de la vascularización y derrame intratimpánico o burbujas bajo la
membrana.
Intervención y Tratamiento:
Gran
parte de las veces en que esta patología se presenta, ocurre una resolución
espontánea, sin necesidad de cirugía o medicamentos, sino que basta con
controles periódicos e indicaciones de prevención como evitar entrada de agua y
mantener buena higiene y ventilación. Sin embargo, en presencia de hipoacusia,
alteraciones de lenguaje o cognitivas, alteraciones estructurales, entre otras,
podrían sí necesitar la intervención quirúrgica.
Anamnesis:
Análisis
del caso
“Consuelo
de 6 años y 1 mes de edad, hija única, escolar que asiste a primero básico sufre
de otitis a repetición con supuración en promedio una vez al año recibiendo
tratamiento farmacológico es derivado de colegio municipal a su escuela de
lenguaje por “hablar mal y confundir las letras”. Con estos datos se realiza
examen de habla y lenguaje.
Se
evidencia presencia de procesos fonológicos de simplificación, e
inconsistencias articulatorias en los fonemas, / l /, / r/, / rr /, / g /, /d/.
Se evidencia área semántica y morfosintáctica con bajos puntajes en las
pruebas, respecto a su edad cronológica. Se le diagnostica con Trastorno del
lenguaje y debe ingresar al curso pre-básico especifico, tres veces a la semana
para tratamiento articulatorio y de lenguaje.
Además
como se evidenció bajo rendimiento lingüístico, en las pruebas se sospecha algún
grado de Déficit Intelectual y se deriva para evaluación psicológica y
pedagógica. La madre presenta buena disposición para trabajar con ella, pero
sale preocupada con sus indicaciones.”
Valoración ética de la situación:
Consuelo
presenta otitis media con efusión por lo menos una vez al año, lo que provoca
hipoacusia. Sin embargo, esta no ha sido tomada en cuenta, ya que solamente se
le ha dado tratamiento farmacológico y se ha decidido derivar a una escuela de
lenguaje para tratar su Trastorno del lenguaje.
En
el Artículo 5 del Código ético del Colegio de fonoaudiólogos dice: c) Deberá
someter a sus pacientes a métodos de diagnóstico o tratamiento suficientemente
experimentados.
Como
hemos notado, esto no se ha empleado de la mejor manera, ya que no se le han
hecho los exámenes pertinentes en cuando a su deficiencia en audición.
Podemos,
además, ver una falencia en cuanto a lo que bioética respecta, ya que al
combinar el conocimiento biológico con los valores humanos de respeto y
justicia, nos debería llevar a actuar de acuerdo al hábito de la virtud, que
consta de una disposición a tomar decisiones rectas y convenientes para un fin
último de buena vida y no como un medio.
Acá nos encontramos con que el real conocimiento biológico de la patología, la integridad del diagnóstico y la derivación dada, ha dejado de lado buscar un real fin que es el solucionar el problema del paciente desde raíz haciendo los exámenes adecuados, sino que se ha derivado para solucionar simplemente lo “visible” que sería el Trastorno del Lenguaje que se le ha diagnosticado, que probablemente sea un déficit en esta área sólo porque la audición no le permite desarrollarla de mejor manera.
Acá nos encontramos con que el real conocimiento biológico de la patología, la integridad del diagnóstico y la derivación dada, ha dejado de lado buscar un real fin que es el solucionar el problema del paciente desde raíz haciendo los exámenes adecuados, sino que se ha derivado para solucionar simplemente lo “visible” que sería el Trastorno del Lenguaje que se le ha diagnosticado, que probablemente sea un déficit en esta área sólo porque la audición no le permite desarrollarla de mejor manera.
Hubo
irresponsabilidad y poca empatía en cuanto a investigación, exámenes a realizar
y soluciones a su patología. Derivar podrá resultar más fácil, pero no
éticamente correcto.
Propuesta de intervención
considerando los aspectos éticos implicados:
Conociendo
la patología y las condiciones de desarrollo de Consuelo, la primera
intervención, debería ser la implementación de un examen audiométrico para así,
con este descartar o corroborar una hipoacusia, pero como ya hemos mencionado,
por la presencia de la otitis media con efusión reiterativa, lo más probable es
que la presente y que sea la causante de todos los problemas de desarrollo del
lenguaje.
Éticamente,
su caso no ha sido tratado de la mejor manera, ya que, como dice el Artículo 5
del Código Ético del Colegio de Fonoaudiólogos, se debe someter al paciente a
métodos de diagnóstico y tratamiento suficientemente experimentados. De esta
forma, se evitaría asustar a la familia dando el diagnóstico de Trastorno del
lenguaje, siendo que lo que lo gatilla es una disminución en la audición, no
estar escuchando bien letras y palabras, dificultando su desarrollo y
comprensión.
Luego
de ser diagnosticada la hipoacusia, se podría solucionar con un audífono o una
cirugía si es necesario para mejorar su audición, solucionando con esto el
déficit en desarrollo de lenguaje, la articulación y comprensión de este.
Por
otro lado, una buena información a la familia también es necesaria. La madre se
muestra dispuesta a cooperar, pero también se encuentra preocupada por las
indicaciones. Es importante mostrarse empático y comprensivo, como también explicarle
bien qué es lo que el paciente presenta y sus opciones de tratamiento.
Conclusión
Al enfrentarse a la realidad de los
diferentes casos que nos pueden llegar a la clínica y consulta, es cuando el
ser profesional toma peso realmente. Ahí es cuando se pone en práctica toda
nuestra ética e ideales de de nuestro ser como profesionales de salud y
educación.
Hay veces donde las legislaciones que nos
rigen pueden no parecernos las más apropiadas para casos en particular o
ejercer todos los derechos del paciente hace nuestro trabajo más difícil, como
sería, por ejemplo, al tener que entregar información delicada sobre un
diagnóstico. Es por esto que es de vital importancia conocer los deberes y
derechos de nosotros como profesionales y de nuestros pacientes, para cuando
llegado el momento de tomar decisiones, estemos más preparados e informados.
Ser profesional es más que diagnosticar y
tratar. Es empatizar, comprender, ser justo y preocuparse sinceramente por el
bienestar del otro. Buscar un fin en conjunto con el paciente y no solamente
deshacerse del problema o la patología que se nos presenta con los
procedimientos que conocemos mecánicamente. Cada paciente tiene su historia,
por lo que cada uno debe ser tratado de manera especial según las necesidades
de su contexto.
Debemos, además, tener clara nuestra ética.
Siempre habrá situaciones que nos lleven al borde de ella contraponiendo
ciertos puntos y no podremos tomar decisiones irresponsables o simplemente
derivar la consulta. Es nuestra responsabilidad saber qué hacer con cada
paciente y según el Código Ético del Colegio de Fonoaudiólogos, estamos en la
obligación de atender al paciente que no tenga quien más lo haga, por lo que
debemos estar preparados para enfrentar todo tipo de situaciones y decisiones,
sabiendo que estas afectarán todo el curso de tratamiento y/o recuperación del
paciente.
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